Parte 1: Un Idiota Astuto 🦊

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    Un nuevo día, por un lado habrán nuevas historias sobre el sorprendentemente guapo y carismático Amaury y por otro lado el corazón roto de Isaac.

    Hoy el clima era más frío que otros días es lo único que puedo destacar como diferente; como cada jueves mi madre partió antes al trabajo así que me tuve que levantar por mi propia fuerza de voluntad, hacerme mi propio (y para nada valanceado) desayuno para así poder correr sin parar por las calles de mi vecindario todo con el objetivo de encontrarme a tiempo con mis amigos.

    A lo lejos pude ver como ellos se reían de mí, estaba acostumbrado a esto. Seguí corriendo hasta que vi que un auto negro paraba junto a Mireya, lis e Isaac, mis cara demostró mi clara confusión ¿Quién era? ¿Qué quería con mis amigos? ¿Será acaso algún hermano de los chicos? Obviamente gracias a la curiosidad traté de llegar lo más rápido posible junto a mis amigos, empecé a correr dando largas sancadas, mi espalda y axilas estaban sudando, que horrible...

     Apenas llegué al lado de Isaac me recargue con una mano en su hombro mientras apoyaba mi otra mano sobre mi rodilla para recuperar el aliento, me encontraba bastante agitado y mi corazón parecía que iba a salir de mi cavidad toraxica, me costó recuperarme pero apenas lo hice levanté la cabeza y grata fue mi sorpresa al ver a Darío y Tadeo (los amigos de Amaury) con sonrisas de catálogo.

-Eres un buen corredor Clement ¿No querrías formar pare del equipo de fútbol? Estoy seguro de que Amaury estaría encantado de sumarte al equipo - El chico de piel morena y cabello negro me dijo sonriendo, yo solo miré a Isaac y reí ¿Yo jugador de fútbol? Imposible.

-La verdad Darío me sorprende que me digas eso, sinceramente esperaba que te burlaras de mí y sobre lo del equipo yo n- Mientras hablaba recibí un fuerte codazo en el estómago ocasionando que la poca estabilidad que empezaba a terner se fuera y me volviera a encoger en mi lugar esta vez rodeando mi abdomen con mi brazo derecho, miré en la dirección de donde había salido el golpe y me encontré con una molesta Mireya mirandome con ojos de loca, obviamente ella me había golpeado porque sabía que me negaría a la proposición y si lo hacia ella perdería la oportunidad de ver a su galán de telenovela.

    Puse los ojos en blanco y volví a mirar a los chicos dentro del auto, ellos estaban bastante confundidos y no los culpo, suspiré y seguí hablando- Como decía... Su oferta es buena pero no lo sé, tal vez hoy vaya a verlos jugar para ver si me gusta el fútbol- Sonreí lo menos adolorido que pude y los chicos se miraron entre sí.

-Claro... ¿Estas bien? ¿Quieres que te llevenos a el Sacré Cœurs? - Negué con la cabeza una y otra vez pero ellos siguieron insistiendo, estuvimos ahí como por 5 minutos, al darnos cuenta terminamos los cuatro dentro del auto de Darío ese chico es muy persistente y persuasivo, todos estábamos apretados en el asiento trasero, por suerte Lis era bastante pequeña y no abarcaba mucho espacio dentro del auto.

    Mis amigos hablaban con los chicos de cosas triviales y fuimos invitados a una fiesta gracias al carisma de Isaac y Mireya, por otro lado Lis y yo solo nos limitamos a asentir, sonreir y poco más.

    Llegamos al Sacré Cœurs justo a tiempo, todos bajamos y lo primero que me encontré fue a Amaury junto con su novia Kala, ambos estaban abrazados, se veían felices en cambio doña "Amaury es perfecto" estaba bastante fuera de onda, tanto así que me tomó del brazo sin dejarme siquiera desviar la vista de los tortolos.

    El tiempo pasó de manera tortuosa, entre escuchar más quejas de Mireya o al profesor de historia... prefería al de historia, al menos sus conocimientos me darían un poco de cultura, en cambio las quejas de Mireya solo me terminaría convirtiendo en el chico que sabe más de kala que la propia kala en sí.
  
    Al final cuando todo acabó y mi joven amiga me terminó de explicar lo maldita que era Kala y cada una de las cosas que había "hecho de manera erronea" (según ella) con el dulce y guapo Amaury; me empezó a llevar a rastras para el lugar donde eran las prácticas de fútbol.

-Muy bien, si preguntan me tragiste para darte apoyo moral porque yo soy tu super mejor amiga y sin mí eres inútil - Dijo con burla mientras nos sentabamos en los bancos del lugar.

-Eres una amiga muy tóxica... ¿Podrías alejarte de mí persona y regresar a la planta nuclear de la que saliste? -Ambos nos quedamos callados y soltamos una risa bastante ruidosa, tanto así fue que todos los jugadores y espectadores se voltearon a vernos extrañados, entre ellos el pricipe azul por el cual Mireya me arrastro a este lugar.

-¿Mireya? ¿Clement? - Él se acercó a nosotros y con una amable sonrisa, trató de darme la mano y yo me negué rotundamente, este chico estaba completamente sudado, literalmente de su cabeza goteaba sudor, era asqueroso. Debido a mi negación el me sonrió de manera incomoda y se rasco la nuca -¿Qué hacen aquí? ¿Vienen a vernos entrenar para algun reportaje o algo? De ser así dejenme arreglarme para la foto.

-Te ves perfecto así, ojalá algún día pudiera hacerte sudar tanto...- Mireyadía susurro y yo reí por lo morboso de su comentario, el chico me miró confundido y yo negué con la cabeza entre risas.

-Resulta que hoy tuve que correr para alcanzar a mis amigos, justo Tadeo y Darío se tuvieron que desviar por otra ruta porque la calle de sienpre estaba rota y dieron con nosotros, me vieron correr y pensaron que sería un gran jugador para el equipo ya sabes, les hace falta una cara bonita- hablé de manera humorista pero en comparación a lo que esperaba las risas no fueron tan audibles como esperaba, lo único que recibí por ese comentario fue un mini golpe de mi amiga.

-¿No que a ti no te iba el fútbol? ... ¿Me equivoco? - Él alzó una ceja y yo me sentí arrinconado, si mentía tendría que jugar y si decía la verdad Mireya o yo quedaríamos como unos raros, osea sería un chico y una chca los cuales no le gusta el fútbol pero vienen a ver a un montón de chicos jugarlo ¿por hoby?.

-Es que... Bueno, no me gusta tanto, osea... Ya sabes no es mi deporte favorito pero... Mireya quiere ser jugadora del club de fútbol femenino y ya que estoy aquí...decidí traerla mientras yo los miro ella podría practicar contigo, ya de paso yo veo que tal... pero enserio a ella le encantaría pedirte tu condejo como jugador estrella- tomé a mi amiga por los hombros y la levanté, ella se quedó paralizada y Amaury la miró de arriba abajo.

-Muy bien, ven vamos más cerca de la cancha así podrás jugar un poco y luego puedo quedarme un rato para ayudarte en lo que te vea algo floja ¿Qué te parece? - Mi amiga solo sonrió y cuando el chico encantado se fue, ella volteo y yo ya estaba preparado para recibir un brutal gancho derecho en la cara pero ella me miró, sonrió y me abrazó.

-Eres un idiota muy ingenioso, escucha no me dejes sola ¿Puedes quedarte conmigo hasta que Amaury me deje de entrenar? - Respiré hondo y luego solté todo el aire con pesadez.

    Al final mi día terminó conmigo sentado en una banca leyendo un libro de ficción y en la cancha estaban Amaury y su fan número 1 practicando tiros al arco y regalandose sonrisas amables y alguna que otra sonrisa coqueta.

Cuando llegué a casa mi madre me recibió con un discurso de que estaba mal quedarse tanto tiempo fuera con el frío que hacía y yo le respondí con la conmovedora historia de Mireya.

Bajo el mismo árbol de Francia... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora