💥Katsuyu One-Shots || ソウルメイト🐸

Vainilla

Katsumi amaba a vainilla, jamás se despegó de el desde el momento en que se lo dieron, y consideraban que ya era hora de que lo dejara, sin embargo, a pesar de todos los intentos de Tsuyu y Katsuki, no conseguían evitar que la niña rompiese en llanto cuando le quitaban el dichoso conejo de felpa.

Aquel conejo era una bomba, Katsuki lo sabía, Tsuyu no podía alejar el conejo para lavarlo, por lo que siempre estaba lleno de aquella extraña sustancia que segregaba su hija por las glándulas sudoríparas de sus manos.

Debían quitárselo de algún modo.

(...)

Una explosión invadió la zona, todos los cercanos la percibieron y comenzaron a correr sin control tras la llegada del grupo conocido como "Las replicas", un grupo reciente muy popular, que se trataba de adolescentes rebeldes y adultos con problemas de inmadurez con poderes exagerados que atacaban sin parar a cualquiera que se les cruzara, y si no les causaba diversión, torturaban a la persona hasta la muerte.

En la zona atacada, la niña con un promedio de 7 años de edad ayudaba a evacuar la zona, se había separado de sus padres en el momento del impacto, llendo de camino a la escuela dónde estudiaba la pequeña, y a pesar de lo triste y aterrada que se se sentía, había prometido a sus padres que sería valiente, así que aún con lágrimas en los ojos, la pequeña guiaba a cada uno de los transeúntes a una zona segura, siendo respaldada por el héroe tsukuyomi, al que su madre dejó a cargo de su cuidado.

- por favor, vengan por aquí, en ese lugar no es seguro- gritaba aún abrazándo aquel extraño y (según su padre) deforme conejo de peluche que le regaló su tía Momo cuando era una bebé, alzaba la voz con desesperación intentando llamar la atención, pero a pesar de sus gritos, bastante fuertes por la voz que su padre le heredó, era constantemente ignorada por los adultos, que corrían de un lado a otro en medio de su desesperación.

De repente vió a un niño perdido en la multitud, lloraba a gritos en busca de su madre, de la cual se había separado varios minutos atrás en medio del ataque. Katsumi corrió directamente hacia el niño, no le importó ser arrollada múltiples veces, sin embargo sintió como si una parte de ella se desprendiese al tropezar, cayendo estrepitosamente y ver cómo vainilla, su conejito de peluche, rodaba lejos de ella.

Lagrimeó un poco por el peluche perdido antes de seguir su camino, si se quedaba ahí iban a aplastarla y al niño también, era una decisión difícil para ella el elegir entre su peluche y el niño pero fué directamente hacia el pequeño al establecer sus prioridades, y con el ceño fruncido y una pequeña manifestación de su quirk, se abrió camino con dificultad, acercándose aún más al pequeño que lloraba asustado.

Al llegar a el, notó que este le miró curioso, pero aún lagrimeando, lo jaló con fuerza apretando su muñeca lo más que podía, llenandola inconscientemente con el sudor de sus manitas que usualmente se limpiaba en el peluche perdido, que si llegaba a ser hallado, sería literalmente una bomba.

Cuando por fin salieron de la multitud, ambos se miraron detenidamente, tenían aproximadamente la misma edad, los dos estaban llenos de raspones y golpes por todo su cuerpo debido a las caídas y golpes que se dieron al atravesar la multitud.

- yo soy katsumi, ¿Cómo te llamas?- dijo la niña

- t-t-tosh- t-toshi- por los nervios le costaba decir su nombre

- déjalo así, serás Toshi- respondió ella con una sonrisa

Ambos corrieron en dirección a un local desde el cual se podía ver la intensa pelea entre los tres héroes que se encontraban en la escena, y por supuesto, el villano, que por alguna razón eligió atacar precisamente esa zona, que era usualmente transitada por empresarios y estudiantes de primaria.