—Disculpa, ¿te conozco?— eso fue un golpe directo a mi orgullo y me duele un poco que no me recuerde. No sé cómo lo hizo, osea,¡hola! Estas en presencia de un ser súper ardiente y candente ¿como olvidarme? No creo tener tan mala suerte.
—Claro, la primera vez que nos vimos me arrojaste una pila de libros encima y luego te ayudé a llevarlos. Casualmente fue aquí en la puerta de la biblioteca que me los arrojaste— digo intentando convencerla con mi sonrisa que nunca falla; pero ella solo frunce el ceño, dobla hacia un lado su cabeza y muerde su labio, movimiento que llama mi atención, como si intentara recordar.
—No. Perdón pero no te recuerdo— dice mientras niega repetidamente, yo solo no puedo creerlo, esta chica me ignoró en el campo de fútbol y ahora ni siquiera me recuerda, insólito. Mientras intento negar con mi cabeza me da otro leve dolor, ¡ahh el golpe! Lo olvidaba. Ella mira detrás de mi y con una mueca de culpa dice— lo siento copias, dije que no iba a tardar y lo hice. Yo y mi impuntualidad— miro detrás de mi y exclamo aun cuando todavía siento un leve mareo y dolor
—Joder. No me digas que con el golpe me haz dejado viendo doble. No lo puedo creer, más suerte, ja no creo— digo incrédulo porque definitivamente veo a dos chicos frente a mi vestidos igual, cuando voy a añadir algo mas la chica interrumpe, toca mi hombro y me hace voltear hacia ella.
—No, tranquilo— sonríe mientras niega—. Debo llevarte a la enfermería— dice evaluando el golpe en mi frente— Eso no se ve para nada bien. Vamos— mira de nuevo detrás de mí y le sonríe a la persona— nos vemos luego— termina mientras me toma por el brazo y comienza a arrastrarme hacia la enfermería por todo el pasillo.
—Que suerte tan perra, yo sólo quería relajarme y leer. Ahora se supone que debo ir a la enfermería por un golpe en la frente; tu si que eres buena en eso de golpear— ella solo me sonríe y dice
—Claro. Pero tomate esto ahora como un descanso mas para tu mente, ahora te pueden dar permiso de irte y puedes relajarte mejor en tu casa sin nadie que te moleste y sin que yo te de un golpe— ríe un poco mas fuerte y yo sólo puedo pensar que tiene una sonrisa muy bonita.
—Tienes razón— digo mientras le sonrío de vuelta.
Al llegar a la enfermería Leena la chica que atiende la cual es una mujer entre veintimuchos y treintipocos años, rubia con unos ojos azules bien bonitos y llamativos, tiene un buen cuerpo y es bastante agradable, pasa a revisarme enseguida el golpe que a propósito ahora que lo veo en un espejo es notorio, bastante. Quien sabe que le diré a tía Gail por ese golpe sin que se preocupe.
—Uff muchacho, ese fue un golpe muy fuerte— dice Leena haciendo una mueca. Unos minutos después de revisión se escucha.
—Bueno, oye... Yo me disculpo, pero debo irme a la ultima clase— dice la autora de mi golpe mientras muerde su labio inferior y baja las cejas en modo de disculpa— Y bueno... Já, otra vez, un placer chocar contigo y espero que te mejores— no me deja responder porque prácticamente corre afuera de la sala en donde estamos.
—Ni siquiera me ha dicho su nombre, por tercera vez— digo en un susurro indignado mientras suspiro.
—Bien príncipe encantador— dice Leena llamando mi atención— Necesitas colocarte hielo en ese golpe para que no sea tan notorio, también la sal y el azúcar juntos funcionan para reducir su inflamación, te daré unas pastillas para el dolor y ahora te firmaré un permiso y lo mandare a tu docente de esta clase y te irás, lo mas probable es que el golpe te cause un poco de dolor de cabeza o mareo pero en sí no es nada grave. Ya puedes irte— finaliza con una sonrisa.
—Muchas gracias Leena— digo mientras tomo las pastillas y me dirijo a mi casillero a buscar la mochila, la tomo y obviamente como dijo la chica de los golpes y Leena, iré a descansar.
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Culpa al Estúpido Corazón
RomanceDos palabras, quince letras, un nombre y un apellido da como resultado... Anthony Mctravis... Un chico espectacularmente hermoso, de piel morena, cabello negro y ojos oscuros; es un chico que al parecer es perfecto pero hay algo en el que no le perm...