Los labios de mamá se plantaron en mi frente en un cariñoso beso de despedida. Con ambas de sus manos acariciaba mis mejillas mientras con sus preciosos ojos claros apreciaba la suavidad de mi piel, mi pequeña sonrisa y el precioso lunar en mi nariz que le recordaba a papá y lo mucho que lo amaba. Podía sentir como no quería que me fuese de su lado y el miedo que tenía al dejarme cruzar aquella puerta para comenzar clases. Yo tampoco quería dejarla.
—Te amo
Dijo una vez por todas después de que papá le dio una pequeña caricia en su hombro, indicando que tendrían que irse. Aunque se que él se lo dijo sin emitir palabra o sonido alguno. Era cosas de almas gemelas, y yo era prueba viviente de su amor para nada eterno. Al parecer a ellos no les importaba eso de que dejarían de amarse, por que no sucedería y se amarían hasta el final de su para siempre.
Mamá volvió a besar mi frente para después levantarse de él suelo y darle paso a papá para que se incase enfrente mío, así como estuvo mamá hace un momento. El simplemente sonrió y al contrario de él resto de los padres, el no dijo algo como "Portate bien", "No hagas desastre", "Pon atención" o "No hagas enojar a tu maestra" el simplemente dijo
—Esta bien no ser el mejor.
Mi cara de completa confusión les causó gracia a ambos de mis creadores, dejándoles una bella imagen de mi con el ceño fruncido y mi mirada perdida pensando una y otra vez "¿A que se referirá papá?"
—Entenderás cuando seas grande—dijo papá, despeinado un poco mi pelo.
—Pero yo ya soy grande—renegue.
Mis padres nuevamente volvieron a reír, y mi puchero y brazos cruzados de alguna forma les causaba más gracia y ternura. Mamá decía que cuando estaba pequeño era lo más adorable que habían visto sus ojos.
Papá dejó otro beso en mi frente y se levantó con una tranquila sonrisa, la misma tranquila sonrisa que enamoro a mamá.
—Cuando la clase termine, vendremos por ti, campeón.
Yo solo asentí para después abrazarlos y despedirme diciendo rápidamente que también los amaba para poder entrar al salón y tener un buen día en el trabajo —Así como decía papá antes de irse a trabajar—.
Al contrario de los siguientes grados, yo estaba emocionado de estar con más personas de mi edad, pero tristemente no se puede saber de lo que son capaces las personas con tan solo verlas, ni lo mal que te pueden hacer sentir.
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Mi querida alma gemela - Vkook
FanfictionLa gente nunca sabe cuando encontraría a su otra mitad, a algunos no les interesa, a otros piensan constantemente en las miles de formas en las que conozcan a esa persona y a otras pocas no queremos conocerlas por el simple echo de saber que se trat...