[ único ]

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Yoongi había buscado su mejor ropa en el armario y se había esmerado en arreglar su cabello, no es que luciera exactamente distinto a otros días, pero al menos si estaba más pulcramente arreglado, había puesto especial atención en los pequeños detalles.

Y es que, no era un día como cualquier otro.

No estaba intentando impresionar a Hoseok, pero habían pasado ¿qué? ¿probablemente cuatro años desde la última vez que se habían visto? La última vez en que se habían visto, ambos habían estado vueltos un desastre en ese entonces.

Lo mínimo que podía hacer Yoongi para recompensar el amargo recuerdo de su mala ruptura era arreglarse para acudir a la cita a la que Hoseok lo había llamado. Aún no sabía el motivo detrás de ello, o el cómo el mayor había recordado su número después de tanto tiempo, pero había estado muy feliz al escuchar su voz ese día.

Se dio una última mirada en el espejo de su habitación y sonrió para sí mismo. Tenía esperanzas en su reunión, tal vez Hoseok, al igual que él, seguía amándolo y esa era la oportunidad perfecta para arreglar los malentendidos y que Yoongi demostrará que ya no era el mismo chico inmaduro de universidad que solía ser cuando salían.

Revisó por última vez el tazón de comida y agua de su mascota recostada en el sofá de su apartamento y tomó las llaves del mueble junto a la entrada, saliendo con una sonrisa entusiasta.

Aún iba con buen tiempo así que soló caminaría hasta la cafetería en que lo había citado, esa cerca de su apartamento a la que solían ir cuando ambos aún asistían a la universidad.

Yoongi aún se preguntaba de vez en cuándo porque había permitido que su relación se estropeará de tal manera, si los momentos con Hoseok siempre habían sido más felices que tristes. Tal vez no era el momento correcto para salir.

La persona indicada, en el momento incorrecto, pensaba.

Lo cierto es que, incluso después de su terrible ruptura y el proceso lento de recuperación de Yoongi de ella, jamás había logrado interesarse lo suficiente en otras personas. Se encontraba siempre buscando a alguien que reemplazará a Hoseok, inconscientemente.

Jamás lograba hacerlo, porque cada vez que creía que las cosas estaban avanzando su mente le gritaba que esa persona junto a él no era Hoseok y sus relaciones se enfriaban. Desde entonces había dejado de salir, tal vez debido a su falta de interés, o tal vez porque una pequeña parte de él albergaba la esperanza de que su camino con Hoseok volviera a cruzarse.

Eso solo iba a descubrirlo más tarde.

Él sintió que había podido olvidar un poco su nerviosismo en su camino a la cafetería, no era un camino que él tomará usualmente en los últimos años, no lo evitaba, sin embargo.

Le gustaba el clima de invierno, las calles aún estaban cubiertas de nieve blanda, así que el abrigo en su cuello lo mantenía caliente y lo protegía del aire frío que soplaba por las tardes.

En su vista pronto apareció la dichosa cafetería, nada había cambiado desde la última vez que había ido al lugar con Hoseok. Tenía el mismo color blanco deslavado en el exterior, las mismas bancas de madera vieja, aunque parecían haberlas pintado y dado mantenimiento.

Y también estaban las mismas plantas ahora muertas debido al clima en los balcones de la cafetería. Lucía como el mismo desastre que Hoseok y él habían dejado atrás cuando terminaron su relación, pero le daba una extraña nostalgia a Yoongi que lo hizo sonreír avergonzado.

Miró rápidamente a través de los ventanales mientras caminaba hacía la puerta en un intento de averiguar si Hoseok ya se encontraba dentro, pero realmente no pudo ver mucho, el lugar estaba mucho más lleno de lo usual.

scene three ; #sopeweek20Donde viven las historias. Descúbrelo ahora