I want your belly (and that summer feeling)

Capítulo 2

Era sólo la tercera cita de Louis con Harry, y sin embargo, Louis ya se sentía cayendo vergonzosamente duro.

Había invitado a Harry a almorzar una semana después de que el alfa había derramado su bebida sobre él en la fiesta de fin de año de Niall, y desde entonces todos los fines de semana de enero de Louis habían sido reservados y su teléfono siempre estaba lleno de mensajes cortos de Harry preguntando si estaba teniendo un buen día. Louis se sentía como un adolescente, estúpidas mariposas volando en su estomago cada vez que leía uno de esos textos, pero ni siquiera le importaba. Era un nuevo año, y estaba saliendo con un alfa lindo, divertido y dulce. Se le tenía permitido ser un poco ridículo.

Su tercera cita fue en un restaurante italiano en el centro de la ciudad, y Harry le había traído flores a Louis, que el camarero puso en un jarrón en el centro de su mesa porque, aparentemente, Harry elegía restaurantes que creían en el amor verdadero. El alfa llevaba un cuello de tortuga negro y un par de jeans azules, que era lo que había usado en todas las citas en la que habían estado, y tenía las piernas abiertas mientras se sentaba ante la mesa y hojeaba el menú. Quería saber todo sobre el programa de maestría de Louis y su puesto de asistente de enseñanza, que según él era mucho más interesante que su propio trabajo como abogado. Louis estaba divagando y tal vez bebiendo su vino un poco demasiado rápido, y estaba tan perdido por lo guapo que Harry lucía con su rostro recién afeitado y su cabello despeinado, que no notó al camarero que venía a tomar sus órdenes. 

"Oh, joder, lo siento", dijo Louis una vez que se dio cuenta de que el pobre servidor estaba de pie junto a su mesa esperando pacientemente a que Louis lo notara, "¿Puedo ordenar el parmesano de berenjena con pimientos rojo?"

"Por supuesto", asintió el camarero, garabateando en su libreta antes de inclinarse hacia Harry, "¿Y usted?"

"Um, ¿puedo ordenar una ensalada César?" Harry preguntó: "Sin croutons, ¿podrían ser colocarlos en el lado?"

Louis frunció el ceño, recordando que quince minutos antes Harry había manifestado cuán hambriento estaba.

"Pensé que habías dicho que no almorzaste", Louis espetó, y Harry lo miró.

"Oh", dijo Harry, "No tengo hambre hoy, en realidad. Así que simplemente una ensalada está bien.

El camarero terminó de escribir el resto de la orden de Harry, y luego les dio a ambos una rápida sonrisa antes de dejarlos solos nuevamente. Harry volvió a hacerle preguntas a Louis sobre su trabajo, y el omega trató de responder lo mejor que pudo sin dejar que sus pensamientos huyeran de él.

Louis no quería presionar mucho a Harry. Pero definitivamente se había dado cuenta de que cuando salían, el otro hombre generalmente ordenaba una ensalada o un pequeño aperitivo como plato principal, nunca lo había visto tocar la cesta de panecillos, y nunca quiso conseguir nada después de la cena. Un par de veces le había mencionado a Louis que estaba a dieta, y Louis no estaba dispuesto a cuestionarlo. Realmente no le importaba si Harry quería perder peso, ese era su asunto, incluso si Louis encontraba ridículamente sexy el peso extra del alfa 

Pero la cuestión era que estaba claro que Harry todavía tenía hambre cuando terminaban de cenar. Hubo unas cuantas veces que escuchó al estómago del alfa gruñir. El alfa había tosido fuerte para encubrirlo. También siempre fruncía ligeramente  el ceño, sólo por un momento, antes de ordenar sus pequeñas comidas. Dieta o no dieta, Louis no quería que tuviera hambre.

La cena pasó con Harry comiendo sin entusiasmo su ensalada y haciendo un montón de preguntas a Louis. El alfa era lo suficientemente divertido y encantador como para distraerlo, Louis no supo cuanto tiempo había pasado cuando el camarero volvió a preguntar si necesitaban algo, Louis volvió a notar la forma en que los labios de Harry se torcieron un poco, como si quisiera fruncir el ceño.