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-¡¡Despierta escoria!!-

El majestuoso alfa se sobresaltó, un esmirriado guardia lo apuntaba con su patética arma.

-¡¡Llegó tu hora!!-

Jungkook se levantó lentamente.

Había dormido en el frío suelo, nada iluminaba la prisión en la que se encontraba y, durante el poco tiempo que se le permitió descansar, unas gotas habían caído sobre su frente.

-¡¡Ya quiero ver como te desenvuelves en la cúpula!!-

El pelinegro no se inmutó ante aquellas palabras, él era sin duda alguna el más increíble guerrero de todo el desértico lugar, su fuerza superaba a la de 1000 alfas y su magnífico control de cada arma de Sarjjann lo convertían en un peligro hasta para los mismísimos protectores del rey.

Fue arrastrado hacia un enjoyado baño cuyas aguas cristalinas invitaban a adentrarse en su interior, dentro de la enorme bañera, se encontraban damas y donceles de compañía, ninguno merecedor de la majestuosidad de un Jeon.

-¡¡No te creas muy importante, es solo una simple preparación para que luches en condiciones óptimas!!-

Era ley, cada esclavo destinado a la cúpula debía darse un relajante baño y yacer con uno o varios omegas para luchar con más fiereza. Si esa ley llegara a romperse, la cabeza del bello Kim Taehyung sería desprendida inmediatamente de su cuerpo.

Los repugnantes deltas dejaron al gran alfa en el baño, custodiaban las puertas pero lo último que quería hacer el pelinegro era escapar.

-¿Quieres usarme alfa?-

Una frágil dama de compañía se le acercó. Su rostro era tan blanco como la nieve, una cascada dorada caía por su espalda desnuda, sus ojos se asemejabas a los que poseí la Diosa Luna y su cuerpo estaba completamente preparado para tener sexo.

-Alejate de mí-

Si esas palabras no amedrentaron a la omega, el fuerte gruñido que soltó después hizo que saliera despavorida a la otra punta del baño.

Jungkook se quitó la sucia ropa lo más rápido posible y se metió al agua. Le parecía una estupidez, pero la ley es la ley, le pese a quien le pese, una ley que era obra de su mismísimo padre y que ni los gamma pudieron abolir.

Los omegas allí presentes se sorprendieron en demasía al ver el cuerpo desnudo del Jeon, su virilidad era una bendición de la Diosa y seguramente podía engendrar varios cachorros en un solo calor.

-Fuera de aquí ¡Ya!-

No era su rey, eso estaba claro, pero la voz del varonil alfa era capaz de tumbar ejércitos enteros, y en este caso, despejar un baño lleno de putas baratas.

-Es por su bien-

El susurro fue imperceptible.

Pasaron unos minutos cuando la puerta del magnífico baño fue abierta estrepitosamente.

-¡¡Se puede saber que haces!!-

Unos guardias visiblemente alfas, exigían al enorme Jeon, temerosos de una mala reacción. A pesar de estar completamente desnudo seguía siendo la mismísima imagen de un dios guerrero.

-No puedo follarme a ningún omega-

Los alfas puros tenían un cuerpo demasiado fuerte, ya sean machos o hembras, la cópula con omegas era casi imposible de llevar a cabo.

-¡¡Es la ley!!-

Jungkook solo podía acostarse con alfas, cualquier casta por debajo de esa podría sufrir graves daños, sobre todo, los hermosos y débiles gammas.

-La relajación puede completarse únicamente con el baño-

-Eres un bastardo extraño-

De repente, un débil olor a rosas se hizo presente en el baño.

-¡¡Señor Kim!!-

Un hombre de bonito rostro ignoró de sobre manera a los guardias y se adentró sin miedo en el majestuoso aseo.

-Oí hablar a mi marido sobre ti, Jung Han, bastardo de Jeon Kwang, no pareces un simple bastardo, no pareces un simple... Alfa-

El pelinegro se volvió rojo de la ira, había encontrado una total amenaza y no sabía como lidiar con ella. Eso era inaceptable. Parecía notar lo que otros no.

-Yo..-

-¡¡Kim SeokJin!!-

Puede que sí supiera como lidiar con ella, al fin y al cabo.

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⏰ Última actualización: Jul 28, 2020 ⏰

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