▿-; eunsang apoyó sus manos en la mesa frente a él, la primera gota cayó y chocó contra el mármol, el chico secó bruscamente su ojo derecho con la intención de que las ganas de llorar desaparecieran.
estaba solo
como siempre
la mente de eunsang solo podía maquinar e interpretar miles y miles de situaciones que por una razón u otra, hacían a su corazón doler demasiado.
era viernes, noche de mimos y chuches, habían pasado más de dos horas desde que había vuelto a su piso compartido, y ahí seguía, esperando
¿a que exactamente? puede que ni él lo supiera, quizá por un hada madrina que le regalara zapatitos de cristal y una noche con el amor de su vida, o quizá solo que su príncipe le volviera a mirar con ojos enamorados.
minhee le observaba con purpurina en su mirada, ¿y desde hace cuanto no se veía reflejado en los ojos del mayor?
su cuerpo se movió pesado hasta el sofá en medio de aquella habitación, se tiró sobre él como si de plomo se tratara.
hacía semanas que no dormía en su cama, ¿para que dormir allí si ya no había unos brazos que le rodearan, o unos labios que le besaran?
la cama estaba fría y no le gustaba, era lo suficiente grande para que entrara eunsang y su soledad, sin estar apretujados, aún así seguía sin gustarle la sensación.eunsang solo se sentó y esperó, en el fondo sabía perfectamente a que estaba esperando, a quien estaba esperando.
por cada noche que pasaba, el corazoncito de eunsang se estrujaba más y más, ¿por qué su príncipe azul tenía que cambiar? le gustaba más cuando cuidaba de su corazón como si su vida dependiera de ello.
minhee llegó a eso de las doce de la noche, entró e intentó pasar de largo, pero la imagen de su novio sentado en aquel sofá, con espasmos recorriendo su cuerpo cada ciertos segundos, le hizo sentir al menos un poco culpable.
solo venía a recoger a algo, no pretendía entretenerse, pero eunsang...
quizá la sonrisa del menor había pasado por su mente, y eso había terminado de hundirlo por completo, hacía siglos que no la veía, puede que ni siquiera pudiera recordarla a la perfección.
así que decidió ir a por la única caja que le quedaba en su apartamento, volvió a la puerta principal y frente ella se dirigió a su novio.
— eunsang.- susurró, en realidad no quería encarar los ojos cristalinos del menor, no quería ver sus mejillas inundadas ni su alma rota, solo quería irse, a poder ser sin ni siquiera despedirse.
el menor no le contestó, simplemente asintió intentando contener sus lágrimas, no quería llorar, ya no quería parecer un bebé enamorado, puede que lo fuera, pero ya no más.
— eunsang... me voy.- minhee no había planeado contárselo, esperaba que se hubiera dado cuenta por si solo, pero al parecer no había tenido tanta suerte.
el pelinegro le miró serio, luego observó la caja entre sus manos, había querido ignorar como las cosas de minhee desaparecían poco a poco, quizá solo estaba haciendo limpieza, o vendiendo su ropa vieja en wallapop para poder ir a algún sitio bonito en las vacaciones.
definitivamente, si iba a algún sitio bonito de vacaciones, no iba a ser con él.
puede ser que eunsang sospechara ciertas cosas, puede que se hubiera intentado convencer de que no pasaba nada y de que estaban bien, de que le seguía queriendo como el primer día.
quizá debería haberse hecho a la idea, quizá así el golpe no habría sido tan jodidamente duro.
— ¿te vas?.- una risa irónica desgarró la garganta del menor, minhee mordió su labio inferior y asintió suavemente, dio un paso hacia la puerta, aún con la caja entre sus manos.
— esta era la última.- el rubio suspiró intentando mantener su voz estable, eunsang se levantó y se acercó algunos pasos hacia su mayor.
— ¿y que se supone que voy a hacer si te vas? - la voz de eunsang se rompió a mitad de la frase, no podía fingir estar bien cuando su interior se estaba partiendo y cayendo a trocitos, podría hacerse daño con ellos en cualquier momento.
minhee se dio media vuelta y abrió la puerta principal con la intención de salir de esa situación lo más rápido posible.
— ¿que haces normalmente cuando me voy? -simplemente quería dejarle claro que se iba, y lo había hecho, así que rápidamente salió de aquel que fue su apartamento durante tanto tiempo.
cerró la puerta suavemente y se aproximó al ascensor con el deseo de que este le librara y alejara de sus errores.
los sollozos de eunsang inundaban la habitación, sus piernas flaquearon y sus rodillas fallaron, haciendo que su cuerpo cayera al suelo con intensidad.
— esperar a que vuelvas.- el corazón del pequeño dolía más que nunca, quería que su príncipe volviera y le susurrara al oído que todo había sido una broma de mal gusto y todo estaría bien.
pero sabía que por más que esperara a su príncipe, este no iba a volver, porque sabía que su príncipe no había cambiado, este seguía siendo él mismo
simplemente había encontrado a su verdadera cenicienta ;-
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ᝰ 𝙬𝙖𝙞𝙩 '𝙩𝙞𝙡𝙡 𝙪 𝙘𝙤𝙢𝙚 𝙗𝙖𝙘𝙠 | minisang
Fiksi Penggemar彡 saber esperar se puede contar como una virtud, siempre y cuando tengas la certeza de que lo que esperas, llegará ɞ