· Todo lo narrado en este capitulo va a ser leido bajo tu responsabilidad.
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Le es inevitable cristalizar sus ojos con semejantes palabras, pueden que sean ciertas pero muy dolorosas.
-¡No entiendo como no te e puesto patas en la calle! ¡Simplemente eres una idiota!
Un ardor se hizo presente en la mejilla de la niña, que fue pintado con un rojo carmesi de inmediato.
-Mamá, basta! Ella no tiene la culpa, fue mia- dijo aterrorizado por la imagen.
-¿Ah, si? ¡Entonces llevate a esta inutil a un lugar lejos de mi!
Y se fue, sin mas.
-Hermanita, estas bien?- acarició con un leve roze su espalda
-Estoy arta...-sus rodillas tocaron el suelo bruscamente, su hermano la siguió preocupado.
-Reiko, tranquila. Ya veras que pronto nos sacaran de acá, solo se paciente- recargo su mentón en el hombro de su hermana.
-... ¿Me lo juras?
El chico sonrió y envolvió a su hermana con sus brazos y acerco su cara a su cuello y en un canturreo le dijo
-Te lo juro, confía en mi-
La soltó y se levantó para extenderle la mano que ella acepto sin dudarlo.
a ñ o s m a s t a r d e
-Reiko, Yuta. Vengan conmigo-
Los dos jovenes la siguieron sin preguntar. Al ver que llegaron a la oficina de la dueña de aquel orfanato su pulso subió de una sola, y el mayor no demoró en preguntar
-¿Para que nos necesita?-
-Les tengo muy buenas noticias, mis niños- les dio una sonrisa sincera y al mismo tiempo amarga
-¿Que tipo de noticia?- preguntó la niña nerviosa
-Los adoptaron- y tan pronto como lo dijo se lanzó a abrazarlos
Los gritos y los saltos de la chica no se hicieron de esperar, abrazo a la vieja y corrió a donde su hermano, él correspondio con lagrimas recorriendo por sus mejillas.
-¿E-es enserio?- dijo mientras se dedicaba a envolver a su hermana y alzarla de ves en cuando, entusiasmado.
