Hoy me desperté con ganas de seguir durmiendo pero recuerdo que tengo exámenes finales y eso es suficiente para que me levante de golpe y empieze a alistarme, me dirijo al baño, sacándome las lagañas de uno de mis ojos y viéndome al espejo, observo cada imperfeccion y perfección de mi rostro, pienso nunca sere para alguien; se que soy linda de lo normal, por no decir de mis dedos tan delgados que parecen palillos chinos; mi cabello alborotado y sin remedio de reconstruir, mi piel morena y mi estaura pasando los 1. 64, mi talla es promedio, ni se me marca una cintura de modelo con vientre plano ni tampoco una lonjas de albóndiga mal embultida. Podria decir que eso es lo verian de mi a simple vista de acuerdo a mi expectativa pero mis imperfecciones son mi costumbre de alejar a las personas de mi, decepcionar siempre, nunca doy lo mejor de mi, mi modo de enojarme. Quiero que se sientan orgullosos de mi por primera vez.
Recuerdo los dias en los que realmente era feliz, todo era más facil cuando los amigos los hacias cara a cara y no en Facebook. Pero no me pongo a pensar en eso más y me arreglo para ir a la escuela ya acabara en unos días el ultimo semestre así que tengo que ser perfecta esta semana.
Salgo del baño y bajo las escaleras; lo único que escucho es mi propia respiración y mis pisadas son leves, camino por el pasillo para dirigirne al comedor me encuentro con una nota de mi madre que decia
"Llegare tarde hoy, deje dinero en el bote de ahorros, comes algo.
Mami"
Un dia más sin verla, anotado.
Casi nunca veo a mi mamá y no la culpo siempre esta en el trabajo y es mejor que sea asi a que me este vijilando cada respiracion que doy; a parte ya me acostumbre, a veces pienso si es malo acostumbrarse al olvido. Tomo el dinero y lo único que como de desayuno es un pan dulce que me lo fui comiendo mientras salia de mi casa, mi hermano se fue mucho más temprano que yo; por el no me preocupo en no verlo tanto, siempre lo encuentro en la escuela, en la enfermeria o en la dirección, siempre en problemas entre el más cotizado y el más molestoso de todos los hombres de nuestra pequeña cuidad.
Cuando llego a la entrada de la escuela que parece un espacio moderno pero pequeño; solo para eso les alcanzo el gobierno pero es agradable, abro la puerta de vidrio y me dirijo hacia mi salón, me encuentro en el camino a una compañera.
-¡hey Natasha! el rector te busca
Mierda que hizo mi hermano
-oh (pongo cara de molestia)
-oh no es nada malo, creo que es una buena noticia para ti
¡MI BECA!
-oh por dios, gracias, gracias, gracias, gracias... te veo en clase.-conteste deprisa mientras corria a rectoria.
En cuestión de minutos ya me encontraba en la sala de espera de la oficina del rector.
-hola, me dijeron que me buscaba el rector
-nombre. -dijo la secretaria
-Natasha Cortés.-consteste con voz leve
-oh Natasha. Claro pasa, vaya que te tardaste, te esperábamos con ansias.
-hay eso significa que no se trata de mi hermano. -dije para quitar el ambiente incómodo de reconocer que yo soy brillante.
-no, esta vez tu hermano no ha hecho nada y mejor no digo más no lo vaya a invocar, y te esperan adentro, suerte.
-gracias -conteste mientras tocaba y esperaba que me abrieran la puerta de la oficina del rector.
Que cambio de la secretaria, de aguas fiesta a alegria completa por mi. Vaya si es el asunto de mi beca, pero me hare la tonta para que me sorprenda más la noticia.
¿que me dé parada el futuro?
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《Quédate》-pensé pero no se lo dije
Ficção AdolescenteNatasha es una chica de 16 años, asiste a la preparatoria de su pequeña cuidad, es obsesiva por dar lo mejor, es buena estudiante, saca buenas calificaciones y es muy respetuosa; su mejor amiga es una anciana del asilo de su comunidad; tiene un herm...