《Quédate》-pensé pero no se lo dije

Capítulo 2

Hoy entrare a una escuela nueva, muy nueva para mi, solo conosco a tres niñas de esa escuela y son mis hermanastras y mi hermana, solo las vere en descanso, tendré que hacer nuevos amigos, ¿les caere bien? No soy buena siendo amigable, todo seria más facil si mi abuelo estaria aqui, quisiera que mi mamá me preguntara como me siento. Lo extraño demasiado.
Bajo del auto, me despido de mi padrastro y camino hacia la entrada de la escuela. Me dirijo hacia mi salón que ya antes me habian mostrado cuando me inscribieron; cuando entro al salón lo primero que distingo es a dos niñas y en un salón con 22 niños, veo a la maestra con pena y pregunto si puedo entrar, contesta que si y me pide que tome asiento, me siento lo más lejos posible del pizarrón, no quiero ser la primera en la que le pregunten cosas sobre los temas; observo a los niños y parecen agradables pero me da pena hablar con alguno de ellos, mientras observaba todo el ambiente del salón ya que la maestra espera a que nos conoscamos y hace algo con unos papeles, las únicas dos niñas se acercan a mi y me sacan de mis pensamientos.
-¡hola! ¿como te llamas?
Sonrio -natasha y ¿ustedes?
-¿yo? Lorena
-y yo marisol
-¿te quieres sentar con nosotras? somos las unicas niñas aqui jajajaja-dijo lorena
Lorena es muy risueña y amigable, su cabello dorado y ojos verdes resaltan inocencia, me cae bien.
Marisol es un poco callada pero es agradable porque me presto sus colores.
No nos quedamos mucho tiempo en ese salón, llego la maestra de otro grado y nos informo que solo nos cambiaremos de salón las unicas niñas del grupo B. Cuando entramos Lorena y Marisol ya tenian amigos en el nuevo salón, parecia que se conocian desde hace mucho tiempo; se emocionaban y reian de estar con los compañeros, yo soy nueva e hice lo mismo que me proponi hacer sentarme lo más lejos del pizarrón; tomo asiento en la ultima silla de una fila de alumnos, dejo mi mochila en el cupitre y solo observo que este salón es más vivo, con más risas y simpatía, de repente el niño que se sienta en frente de mi se voltea y tiene una sonrisa tan alegre y me dice.
-¡Hola! ¿como te llamas?
-Natasha-conteste de volviendo le la sonrisa.
-yo soy Eduardo pero me gusta que me digan muñoz.-contesto muy simpático
-Hola muñoz.