One shots multishipper.

Paso a paso - Stony

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La primera vez que me quedé mirándolo más de lo normal fue en la reunión de celebración por recuperar el centro de Loki. Desde sus ojos marrones hasta los labios delgados, pasando por esa nariz que me parecía tan bonita. Fue un largo momento, sentí una corriente cálida que salía de mi pecho al resto del cuerpo. Me sentí muy feliz, como hace mucho no lo hacía, y sonreí sin pensarlo. Tony me devolvió la mirada y me guiñó un ojo haciendo que un rubor apareciera en mis mejillas al sentirme descubierto. El castaño sonrió ante mi reacción, y al ver esa sonrisa deseé besarlo por primera vez.
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Hace tres meses que Tony y yo pasamos la mayor parte del día en su taller arreglando mi traje. Estos meses han sido una tortura para mí, cada día es más difícil mantenerme lejos de sus labios, de su cuello, de sus hermosas clavículas que quedan al descubierto de vez en cuando con las playeras de tirantes que ama usar. Cómo ahora, y me he quedado mirándole mientras él revisa los modelos en los que hemos trabajado éste tiempo. Más él que yo, yo solo le alcanzó cosas cuando las necesita, me siento a dibujar mientras espero a probarme el siguiente modelo y lo observo todo el día.

-Entonces, Cápitan, ¿cuál eliges?

-No lo sé Tony, elige tú, confío en tu criterio - digo mientras me obligo a dejar de mirarle y regresar a mis trazos.

-El sexto modelo le gana al quinto solo en la flexibilidad de la tela, pero adoro como se te ve el quinto modelo... ¿Crees que sea buena idea sacrificar la efectividad de la tela solo para que su trasero sea aún más apreciable a la vista?

-Si, Tony, confío en ti, la tela es... ¿Qué? - tardo un segundo en procesar lo que ha dicho. El rubor se expande de mis mejillas al resto de mi cara, hasta mi cuello.

Tony permanece tranquilo, pero un segundo después cierra los hologramas de un manotazo y me mira con expresión intranquila:

-Oh, vamos Rogers, me he pasado tres meses trayendote aquí con pretextos baratos solo para intentar que des el siguiente paso. Se que no te soy indiferente, he sentido tu mirada, yo... - veo que duda, veo que por un momento cree que se ha equivocado al pensar que me gusta y esa idea le ha quitado el color del rostro - Oh... Tú no... Yo a ti no...

No resisto un segundo más y en tres zancadas largas llegó junto a él y lo tomo en mis brazos. Siento que tiembla.

-¿Sabes lo difícil que fue mantenerme lejos de ti todo éste tiempo? ¿Sabes cuánto sufrí pensando que jamás podría estar así de cerca de ti, que jamás podría besarte?

Tony sonríe y pone su manos en mi cuello.

-¿Y qué esperas para hacerlo Steve...

Al fin lo beso y siento que mi corazón va salirse de mi pecho. La sensación de sus labios sobre los míos es mejor de lo que había esperado. Su boca se mueve sobre la mía de forma dulce y deliciosa. Nos separamos recuperando el aire y lo miro. Al fin puedo besar libremente esa sonrisa tan hermosa que tiene. Me inclino a besarlo de nuevo y creo que nada puede sentirse mejor que esto.
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Tres días después compruebo que me había equivocado. Besar a Tony es la segunda mejor cosa de mundo, únicamente rebasada por hacer el amor con Tony. Y al hacer ambas cosas juntas se alcanza la perfección.

Hago un camino de besos desde su boca hasta su polla, sintiendo como se estremece y escuchando sus suaves gemidos. Tomó mi tiempo, devoro su deliciosa erección, lamiendo, besando y succionando. Empezó a bajar más para llegar a su entrada. Cuando mi lengua lo toca gime tan fuerte que creo que le he hecho daño.

-¡AHHH! SIGUE... - súplica.

Con gusto regreso mi lengua a su entrada y la paso por el borde. Después empiezo a introducirla, preparándolo con toda la saliva que puedo, después uso mis dedos uno a uno y cuando creo que está listo, termino de desnudarme quitándome los calzoncillos y lo veo lamerse los labios al ver mi polla erecta, aunque después me mira con preocupación.

-Eres más grande de lo que creía...

-Gracias... - respondo mientras lo veo estirarse a su mesita de noche, sacando un botecito que me entrega.

-La saliva no será suficiente.

Asiento y abro el frasco, me aseguro que mi polla quedé bien lubricada porque no quiero hacerle daño.

-Te necesito... - lo veo masturbarse con sus dedos, embistiendose a si mismo y me pierdo un momento en lo erótico y precioso que se ve.

-Vamos Steve...

Eso me saca de mi delirio y de repente necesito estar dentro de él tanto como necesito respirar. Me alineo con su orificio y poco a poco empujo hacia su interior.

-Ahhhh - se queja y se muerde los labios.

-¿Te duele? ¿La saco?

-¡NO! Pasará pronto, eso espero, nunca había tomado a alguien tan grande como tú...

-Gracias... - digo con una sonrisa creída, de esas que a él le salen tan bien.

-¿Quién es el engreído ahora Capitán?

Respondo con una embestida dura y el grita.

-¡Oh! Lo siento...

-Sigue...

Continuo a un ritmo lento y todo desaparece, su calor me vuelve loco, me aprieta tan deliciosamente dentro de él que no puedo pensar en otra cosa. De repente grita más fuerte cuando un cambio de ángulo me hace tocar un punto en su interior que le hace arquear la espalda, y es cuando mi mente vuelve a funcionar, el ritmo de las embestidas es frenético y él gime pidiendo más, araña mi espalda con una mano y dice mi nombre una y otra vez mientras se masturba al ritmo de las penetraciones.

-Te amo... - se me escapa de los labios al verlo tan hermoso con los ojos cerrados y las frente perlada de sudor.

Al escucharme se corre gritando mi nombre. Yo no estoy preparado para lo apretado que se pone al acabar y eso me hace eyacular dentro de él mientras dejo caer mi cabeza entre su cuello y su hombro.

Después de lo que parece una eternidad, salgo de él y me dejo caer en la cama a su lado, mientras sigo besando su cuello dulcemente.

-También te amo.

Me separo lo suficiente para verlo a los ojos.

- Tony... No hay problema si no lo sientes de verdad, no porque yo lo dije tu también tienes que... - me interrumpe al besarme.

-Yo he estado enamorado de ti casi desde que te conocí en persona, es decir, ¿quién no caería perdido ante tus ojitos azules llenos de inocencia y buena voluntad?

-Jamás pensé que te enamorarías de mí... Tú, Tony Stark, genio, millonario, play boy, filántropo... No pensé que mis valores anticuados fueran algo que te gustara.

Me besa otra vez, como si no soportara seguir escuchándome dudar de sus sentimientos.

-Tal vez te amo desde antes de que salieras del hielo...

-¿Tal vez?

-Desde siempre, Capitán.

-Para siempre, Iron Man.