Capítulo Dos ... Gemelos

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Holas, perdón, se supone que ayer debía actualizar, pero el insomnio se rindió luego de tres días sin dejarme dormir, ayer así que no desperté hoy hasta después medio día, y lo primero que pensé el capítulo ajjaja.

Nos vemos mañana con fanfic nuevo :D

Enjoy it!!

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La noche había sido bastante larga y claro está fue extenuante. Naruto por fin pudo conciliar el sueño, a Sasuke le costó mucho poder tranquilizarlo el rubio terminó enterándose por la torpeza de Karin, que uno de los muertos era pelirrojo, su amigo se desesperó al saberlo corrió hasta llegar al lugar de los hechos sin dejar que nadie lo pudiera detener, sus gritos de desesperación de haber visto su sueño hecho realidad. Todavía resonaban en la cabeza del policía.

Estaba cansado sí, pero Sasuke se deleitaba la vista con la angelical panorámica de un bello rubio dormido tranquilamente, Sasuke se levantó de la cama y fue hacia el balcón que tenía la habitación, sacó del bolsillo interior de su chaqueta una cajetilla que golpeó levemente para extraer un cigarrillo lo llevó a su boca con lentitud lo encendió con un encendedor desechable, dejó que el humo se extendiera por sus pulmones, cerró los ojos dejándose llevar por sus sentidos, votó el humo para inhalar más.

Cuando terminó su cigarrillo, fue a tomar una ducha, se quitó los zapatos, la chaqueta y los pantalones, dejando que cayeran por algún lugar del piso, afirmo sus brazos a la pared de la ducha mientras el agua caliente caía mojando su cuerpo, su cabeza dolía, hace muchos días que apenas dormía, se la pasaba más tiempo en el trabajo que en su casa, ya ni recordaba cuando fue la última vez que compró ropa, toda la que tenía estaba vieja, algunas tenían piquetes.

Ahora ni siquiera estaba en su casa, y no importaba. Naruto estaba a unos metros de él, y eso era todo lo podía que desear en su vida, su prioridad era cuidar de él.

Salió del baño ataviado en una yukata que encontró, posiblemente era del padre de Naruto, rodeó la cama de cuatro postes y se acostó atrayendo a un dormido dobe quien a pesar de no estar consciente rodeó con sus brazos el blanco cuello del azabache, dijo en un murmullo el nombre del policía, Sasuke no pudo más que sonreír con amor por escucharle decir su nombre, se apego más a él.

En un momento Sasuke cayó en los brazos de Morfeo al lado del joven que amaba.

Sabaku No Gaara, despertó por el incesante sonido de su teléfono móvil, había trabajado toda la noche en un proyecto que debía entregarle a su maldito jefe, que le acosaba incesantemente para acostarse con él, Gaara no podía más si no fuera porque necesitaba tener ese espacio para vivir ya hace mucho hubiese dejado de trabajar ahí y mandar todo al cuerno.

Tanteaba con pereza debajo de su mudilla almohada buscando con los ojos cerrados su móvil, hasta que al final lo encontró, se sentó en la cama, lo primero que hizo antes de fijarse en quien llamaba era ver la hora en su reloj despertador, éste marcaba las siete con treinta, faltaba poco menos de cinco minutos antes el reloj comenzara a de sonar.

De mala gana el hermoso pelirrojo posó sus profundos ojos verdes como un mar tropical, su ceño se frunció con hostilidad un número desconocido aparecía en la pantalla de su teléfono móvil, esperaba que no fuera alguien que llamará equivocado.

– Diga –– Su voz sonó ronca, como todas las mañanas al despertar.

– Buenos días – La voz de una mujer aparentemente aliviada sonó del otro lado del móvil. Una voz que se le hacía completamente extraña – ¿Hablo con el señor Sabaku No Gaara? – Preguntó con respeto.

Kurai YumeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora