A veces sueño con despertarme. No sueño despierta, ni duermo cuando estoy soñando. Simplemente sueño con despertarme.
Anhelo sentir.
Anhelo estar dolida.
Anhelo ser feliz.
Anhelo llorar por algo, reír por nada. Anhelo. Por desgracia.
Por desgracia, anhelar es sentir.
Por desgracia, siento.
Por desgracia, me despierto.
Por desgracia, sueño con soñar.
Sueño despierta, duermo soñando.
Y entonces recuerdo.
Recuerdo sus ojos. Pero más recuerdo sus miradas.
Recuerdo sus manos. Pero más recuerdo sus caricias.
Recuerdo sus labios. Pero más recuerdo sus besos.
Recuerdo su pelo. Pero más recuerdo el Cafuné.
Recuerdo, pero no me acuerdo de haberte olvidado. Tampoco me acuerdo de haberte recordado.
Porque no te recuerdo a ti.
Recuerdo las miradas.
Las caricias.
Los besos.
El Cafuné.
Recuerdo olvidar.
Olvido recordar.
Y entonces caigo en la cuenta de que
no eras tú al que recordaba. Sólo a ti disfrazado de lo que gusto recordar.
