Mamá, es mi amiga.

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Hola mamá, te la presento.
Su nombre empieza por V y se escribe con K.
Es una nueva amiga, seguro te gustará por la forma en que me cuida.
Es cafeinómana, supongo que será por el color de su piel.
Si es así, yo lo soy también.

Mi amiga mide un metro con cincuenta y tres, y tengo que subirla a la encimera para que alcance los vasos. Sí, para eso.

Mi amiga dice que ve mucho en mí, que necesito reciclarme. Será que no ve tanto como tú lo inútil que soy.

Dice mi amiga, mamá, que quiere saltar conmigo. No sé si es a la comba o simplemente quiere que saltemos. El caso es que he saltado.

También dice que quiere regalarme experiencias. Que quiere explorar conmigo, o explorarme. O explorarnos.

Mamá, a mi amiga le gusta jugar con mi pelo, aunque a veces me dé algún tirón. Y a mí me gusta devolverlos. Su pelo es rizado y se me enreda en los dedos, por eso me gusta tanto.

De vez en cuando (todas las noches) hablamos por teléfono, y me dice que quiere verme. Y, cuando puedo, me dejo ver.

Mamá, sus labios saben dulces. Juro que lo sé sólo porque hemos bebido del mismo vaso.

Me ha abierto caminos, y creo que uno de mis favoritos es el recorrido que hay de su boca a sus labios, y viceversa.

No me culpes, pero mi amiga tiene un color café, y me es irresistible.

No me culpes por quererla, se hace querer ella sola.

No me culpes por ayudarla a alcanzar los vasos, ella me cuida y yo doy lo que reciba.

No me culpes por abrirme y dejar que vea algo en mí, simplemente no me dejaste hacerlo contigo.

No quiero que me culpes por saltar, porque si aterrizo me haré un esguince.

Ni se te ocurra echarme la culpa por explorarnos. No lo hagas.

No tengo la culpa de que su pelo sea rizado, y quiera enredarse en mis dedos.

No me culpes por dejarme ver, me apetece que me vea.

Quise (y quiero) beber de su vaso, y me encantó atragantarme. Así que no, no me culpes.

Quiero seguir recorriendo sus caminos, porque cada día les añade un árbol al que subirse.

Mamá, tranquila. Sólo es mi nueva amiga. No es mi culpa que su nombre empiece por V y se escriba con K. Simplemente es ella.

Y por más que me culpes, no dejará de serlo.

TentacionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora