Parte 1 Sin Título

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Una mañana Lupita caminaba hacia su casa, cuando depronto se encuentra tirados unos pantalones muy viejos, la niña se detiene ymuy atenta observa aquellos pantalones, los levanta del piso y empezó asacudirlos, de pronto se percata que al sacudir los pantalones se escuchabanmuchas risas, como si estuvieran haciéndole cosquilleos a alguien.

Muy intrigada, la niña observa a su alrededor y no había nadie, enseguida el pantalón cobró vida y comienza a bailar por si solo.........Yo perreo sola...yo perreo sola, tranqui. Eran fabulosos los pasos que realizaba el pantalón, lo que causaba mucha risa, pero al mismo tiempo era interesante, sin pensarlo mucho la niña se coloca aquellos pantalones para divertirse un poco. Mientras Lupita caminaba muy contenta puesto sus pantalones viejos, se encuentra con un grupo de niños que juegan con la pelota, entonces la niña se detiene y les dice:

- ¿Puedo jugar con ustedes?

Responden ellos:

- ¡Acaso no ves que estamos solo niños!

Además, tienes esos pantalones viejos que no te sirven ni para moverte, fue entonces cuando los pantalones viejos escucharon y empieza hacer mover a la niña. Aserejé ja de je. De jebe tú de jebere sebiunouva. Majabi an de bugui an de buididipí. Con unos movimientos muy locos los niños empezaron a reírse de lo que, hacia la niña, pero entre risas y risas se contagiaron del baile y también se movían al ritmo de la música.

- ¡Guao! Exclamó Lupita, fue fantástico lo que sucedió.

- ¡Que divertido! Decían los niños.

Siguiendo con su camino, la niña ve a lo lejos que se acerca el niño el cual le gustaba, muy avergonzada por llevar puesto aquellos pantalones viejos, y pensando que el niño se le burlaría, decide esconderse en medio de un jardín de plantas que había cerca de ella, como los pantalones tenían vida se molestaron y no le permitió esconderse a la niña.

Al momento que pasa el niño, ella murmulla diciendo:

-Voltea para que te enamores y los pantalones le lanza una patada.

El niño le responde:

¿Por qué me pegas? ¿Acaso tienes algún problema conmigo?

-Lo siento no fue mi intención, es que me acorde que iba hacia esa dirección.

-Está bien dijo el niño, yo iré para en esa dirección, no pasa nada.

Todo era muy romántico hasta que empieza a llover, gotas y más gotas caen del cielo y enseguida los pantalones necesitaban esconderse del agua, aquellos pantalones sabían que si el agua los mojaba se esfumaba la vida que en él había, fue así que, para refugiarse de la lluvia, el pantalón hacía saltar ridículamente a la niña, saltos y más saltos, tan parecidos a los saltos de una rana y todo en frente del niño que a ella tanto le gustaba.

- ¡Que bochornoso! Exclama la niña muy avergonzada.

El niño asombrado por la actuación de Lupita comienza a cantar:

Cú, cú, debajo del agua.

Cú, cú, pasó un caballero.

Cú, cú, de capa y sombrero.

Cú, cú, pasó una señora.

Cú, cú, pasó un marinero.

Cú, cú, vendiendo romero.

Lupita y sus pantalones viejos al fin encuentran un refugio en donde no les caiga el agua y se quedan quietos sin moverse, entonces la niña intenta jugar con los pantalones viejos, saca un pie hacía la lluvia y el pantalón pega un brinco como un gato al tocar el agua. Cada vez hacia varios movimientos al intentar no topar el agua y no se percataban que el niño estaba empapado viendo todo lo que hacía la Lupita, sin hallar una explicación al comportamiento de la misma, el niño le pregunta:

¿Estás bien?

Lupita decide cantarle al niño la siguiente música:

El niño no paraba de reír por las cosas que decía y hacía Lupita y cada vez se atraía más y más por ella, ya que decía que tenía un sentido de humor único e inigualable, que no había conocido a nadie como ella. Eso hizo sentir muy contenta a la niña y más atraída hacia él, poco a poco empieza a calmar la lluvia y al fin Lupita logra salir del refugio para no mojarse.

Al momento que se vuelven a juntar, Lupita le dice al niño que no le hace bien estar así todo mojado, y que debe ir a cambiarse, el niño decide ir a cambiarse a su casa, pero, antes debía acompañar a Lupita a la suya. Mientras caminaban juntos la niña no podía creer lo que le estaba sucediendo y en su mente se decía:

-Debo estar soñando, espero no quiero despertar nunca.

Por andar en las nubes pensando en todo lo que ocurrió, la niña se tropieza y cae al piso quedando totalmente sucia, desde la cabeza hasta los pies, era muy chistoso verla así, el niño no aguantaba la risa y en su mente pensaba que Lupita se enojaría si se ríe, sin aguantar más se miraron uno al otro y soltaron las risas a carcajadas. El niño tomó de la mano a Lupita, la levanta del piso y siguieron su camino, al llegar a casa de la niña se despiden muy contentos y el niño se dirige a cambiarse de ropa a su casa.

Lupita se bañó y cambió de ropa, como su madre no sabía del misterio de los pantalones viejos, observa que están muy sucios y decide lavarlos, desde ese entonces se perdió la magia de los pantalones viejos, el cual hacía que tengan vida propia. Lupita se percata de lo sucedido y se puso muy triste, porque ya no tenía a los pantalones viejos, aquellos con el cual se divirtió mucho y sobretodo logró despertar la atención del niño que más le gustaba.

Entonces pensó que debía convertir en cenizas a aquellos pantalones, para no seguir triste, y enseguida fue hacer fuego, al momento que enciende a los pantalones viejos, comienza a zapatear con tal humor que lo caracterizaba.

Zapateando zapateando por aquí.
Zapateando zapateando por allá.
Zapateando, zapateando por aquí.
Zapateando zapateando por allá.

Es así como los pantalones que tenían vida se despiden con un gran baile de su gran amiga Lupita.   

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⏰ Última actualización: Jul 29, 2020 ⏰

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Los pantalones que tenían vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora