Parte sin título 7

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Trate de dormir en el carro en lo que duraba el viaje, pero la ansiedad por el futuro que tendría que enfrentar no me permitió bajar la guardia, le pedí a tío Eber pasar por un almacén de ropa así que llevábamos en el maletero todo un nuevo ajuar talla anorexia, que ni en mis sueños mas locos creí posible tener, después de la incredulidad y el susto en este momento estaba mas bien resignada, aunque no miento si digo que aun guardaba la esperanza de que me despertaría en cualquier instante igual de obesa a como estaba segura me había acostado a dormir el día anterior, un día que parecía haber sucedido hacia mil años y no la noche previa, ademas de esta incomoda sensación que trataba de abrirse paso en mi cabeza , algo que luchaba por salir a la luz mientras miraba por la ventana del auto en mi propio vídeo clip musical de tristeza, un profundo suspiro a mi lado me saco de mis pensamientos y me hizo prestar atención a mi compañero de viaje.

-aun falta mucho para llegar? le pregunte como por decir cualquier cosa que rompiera el silencio

asintió con  la cabeza.

Pero no parecía tener ganas de hablar así que decidí callarme y seguir mirando por la ventana, la verde llanura se extendía frente a mi, en un paisaje tan bonito que robaba el aliento, todo lo que podía divisar eran extensas llanuras,  resaltaban en el paisaje toda la gama de color verde imaginable  , en un momento determinado me pareció ver en medio de la nada la figura de un ser humano , que miraba fijamente el auto,  pero debí imaginarlo pues al tratar de enfocar la vista hacia allí me di cuenta que no había nadie, seguramente mi imaginación comenzaba a crear cosas, sentí el revolotear de mariposas en mi vientre como si los bebes hubiesen reaccionado al pensamiento, antes de profundizar en eso sentí como se apagaba el motor del auto, nos deteníamos en lo que parecía una vieja granja al punto del colapso, una desvencijada casona estilo película de terror olvidada en medio de un campo nos llenaba con su presencia, ya eran pasadas las 5 de la tarde, y yo volvía a morir de hambre,  el sol emitía sus últimos rayos  en el horizonte iluminando con sus últimos destellos las muchas telas de araña que cubrían las ventanas de aquel horrible lugar ,  había visto demasiadas películas de terror para reconocer las señales de que debía dar media vuelta y salir corriendo en ese mismo instante.

Tio me miraba fijamente esperando que dijera algo.... lo que fuese acerca de su propiedad, con una ceja alzada y media sonrisa como si tuviese información que yo ignoraba

No pude soportar mas el silencio y con toda la sinceridad del mundo exprese mis profundos pensamientos,  con una opinion al pie de la letra de lo que habia en mi cabeza.

!Pero que precioso y acogedor lugar, tio eber! como pudiste mantener esta joya para ti solo durante tanto tiempo? una sonrisa forzada en la cara me hacia doler las mejillas de la tension.

pude escuchar las risas de mis preciosas criaturas retumbando en mi cabeza.

tio sonrio , y me invito a seguirlo, y yo caminaba detrás de el refunfuñando en mi mente sobre ese tétrico lugar, escuche como al introducir su llave en la puerta resonaba un eco escalofriante, y el chirrido al abrirse la puerta me confirmo que era una terrible idea permacer alli, sin embargo mi sorpresa fue mayuscula al ver que nos esperaba un salon enorme y limpio, la verdad por dentro la casa estaba bastante bien, con las comodidades necesarias , por la apariencia exterior se podia juzgar una pocilga, sin embargo no lo era para nada, pense que a veces a si era con algunos seres humanos cuyo exterior representaba una cosa pero cuando te permitias conocerlos mejor podias darte cuenta que eran bastante decentes,... espera un momento segun ese hilo de pensamiento YO era esta casa supongo, o por lo menos asi me veia a mi misma, ojala alguien pudiese verme por dentro pensé, y justo en ese momento un pensamiento de los que llamo pendejos se instalo en mi cabeza, uno que me decia con certeza que ya alguien me conocia y me veia tal como realmente era, comenzo un leve palpitar en mis sienes instandome a recordar algo que no lograba sacar a la luz.

AMANDO A UN ALIENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora