AMANDO A UN ALIEN

Parte sin título 8

Me esta matando estar lejos de ella, cada dia que paso en Kirvi sin saber como esta mi luna me enloquece, todo los habitantes me evitan como la peste.Siento un nuevo respeto por Moran ni siquiera puedo entender como pudo soportar tanto tiempo  sin mi hermano, me descubría experimentando sentimientos tan ajenos a mi raza, como los celos, la tristeza, la desesperacion, rabia e impotencia, tantas cosas que mezcladas me volvian un ser tan miserable como dudaba que existiera otro en el universo.El vacio en mi pecho se me figuraba inconmesurable, nada pudo darme consuelo, ni siquiera el hecho de saber que Kalie no podia sufrir como yo, que probablemente ni siquiera me recordaba, al final no sabia si el amor consistia en desear que la otra persona no experimentara el mismo dolor de la separacion y la desesperacion del recuerdo, o si realmente era egoista querer que al igual que yo recordara para sentir por lo menos que no estaba solo.....El maldito consejo fue muy claro en que no podia ir en su busqueda, amenazaban con interrumpir la gestacion de Jehovan asi que me mantenian vigilado, no solo a mi si no tambien a toda mi tripulacion, el vinculo mental que compartiamos los kirvianos se me antojaba una violación y una maldición en este momento, sé que sonará horrible, pero en momentos la desicion entre el nuevo nacimiento de mi hermano, aun sabiendo que era la felicidad de Moran y de mis padres, y buscar a mi amada hacia que tambaleara mi cordura, tuve que apartarme de todos y de todo, y aislarme en algun lugar de la selva kirviana donde pudiese lamer mis heridas emocionales, me sentia tan completamente solo.....y el tiempo pasaba tan lento , solo el ser supremo podia entender con que fuerza la extrañaba, cuanto la necesitaba.

- ¡Estas hecho un asco!-reconoci la voz de harlim - creo que si kalie te viese en este momento seguro saldria corriendo en direccion opuesta.

levante los hombros en señal de derrota, solo escuchar su nombre me producia dolor

-no estoy de humor Harlim- respondi , por que sinceramente no queria hablar con nadie, menos con ella que me recordaba tanto los dias con mi Luna.

-Pues te aguantas, debemos hacer algo, se sentó a mi lado y con los ojos vidriosos me confesó-

-No eres el unico que la extraña- admitio en un susurro.

Noté con curiosidad que no estaba usando el enlace mental para comunicarnos, y con un gesto de la cabeza y una ceja levantada le pregunte silenciosamente por que?.

-no quiero que nos escuchen- respondió, necesitamos encontrar una forma de comunicarnos con Kalie sin que eso suponga violar la orden de los cabrones mayores.

-Crees que no he pensado mil maneras de hacer eso?- respondí abatido.

-Dos cabezas piensan mejor que una-señaló optimista, yo dudaba sinceramente poder hacerlo, aunque oirlo hacia que una chispa de esperanza se encendiera en mi corazon.

-Mejor aún tres- volteamos a mirar a quien habia dicho esto y no me sorprendió para nada descubrir a Mihuel salir entre la maleza con todo el porte de un guerrero listo para la batalla, se unio a nosotros aunque era consciente de que no me hacia gracia que precisamente el quisiera ser parte de esto.

Personalmente me carcomían los celos y si de mi dependía no lo quería cerca de mi compañera, sabiendo que sus emociones por Kalie no habian desaparecido del todo.

-Genial!-dije con sarcasmo.

-Has cambiado-dijo un Mihuel que parecia sinceramente apenado por mi. Era imposible que no supieran de mi dolor, estar cerca les hacia experimentarlo de primera mano.

-No rechaces su ayuda,- dijo una  Harlim conciliadora y extendio su mano dandole la bienvenida, y yo no tuve opcion , asentí con la cabeza en señal de rendición, no podia engañar a nadie necesitaba desesperadamente toda la ayuda posible para reunirme con Kalie, a estas alturas queria aunque fuese saber como estaba, ver que el consejo mantuvo su promesa y ella estaba bien.