IX

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Porque aunque no lo creas....
La vida son ciclos repetitivos...

Elissabeth

Mamá siempre me había dicho, que todas las acciones u decisiones tienen repercusiones. También me decía que todo pasa por algo. Y, que nada es gratis en esta vida.

Sabía que ese favor, el cual me estaba haciendo Aleski, no sería gratis. Y una parte de mí, me decía que no aceptara. Que sería la peor decisión.

Por otra parte , no tenía uniforme. Y aquellos pedazos de tela eran costosos, y tampoco debía darme el lujo de perder clases.

Dime... ¿tú que harías?

Aceptarías aquel favor, cuando tu razón dice que no.

¿O te negarías?, y llevar en tu corazón el dolor de perder la única oportunidad de salir adelante.

Y aunque mi mente se negaba, la necesidad ganaba.

Necesitaba la beca, necesitaba salir adelante, y estaba dispuesta a afrontar cualquier cosa por surgir y ser grande.

- Yo...- tome una gran inhalación y logre soltar aquellas palabras- yo, acepto tu ayuda Aleski-

- ¿Era muy difícil decir aquello?- Dice muy sonriente el idiota ese.

- ¿Sabes?, creo que ya me estoy arrepintiendo- gire sobre mis talones y me dispuse a ir dentro de mi casita.

- ¡NO!- carraspeo- digo, no tienes porque irte sin el uniforme- di media vuelta y lo encare

- Dame el uniforme entonces o me voy..

- Toma- me tendió el uniforme con su mano a lo que lo agarre

- Gracias..

- Espero verte mañana Elissabeth- y con eso, procedió a subirse a su auto.

Pero antes de que cerrase la puerta de piloto lo detuve.

- ¡Aleski! ¡Espera!

- ¿ Y ahora Qué quieres fastidiosa?

- ¿Qué quieres a cambio de este favor? Sé que nada de esto es gratis, se que tienes motivos. ¿Cuáles son? ¿Qué quieres verdaderamente de mí Aleski?

- Vaya... que inteligente me saliste. Pero eso lo sabrás mañana.

Cerró la puerta del auto y arrancó a toda velocidad

***


Estaba en la entrada del instituto. Un nuevo día ¿qué puede salir peor?

Tomo una gran calada de aire y me adentró a aquella instalación.

Miradas...

Es todo lo que hacen. Mirarme.

No hay humillaciones, nada.

Oky. Esto es muy raro. ¿En horas son capaces de cambiar su actitud? Lo dudo.

Me Estoy preocupando. ¿Saben por qué?

Porque cuando el depredador no ataca. Es porque esta preparando una mejor jugada para su presa.

Y yo aquí, soy la jodida presa.

Aleski no me dijo que quería a cambio, y eso. Sólo significa una cosa para mí. No me va a gustar lo que querrá.

Aún así, no puedo ignorar en cambio tan repentino de los alumnos.

No me insultan, solo miran. Tampoco chismorrean, solo se ocupa silencio por doquier.

Aún es temprano para comenzar las clases. Necesito tranquilidad. Recuerdo el lugar donde vi por primera vez a Aleski, también recuerdo que era callado y tranquilo. Creo que ir ahí en estos momentos sería la mejor idea.

Estoy apreciando la maravillosa vista que me da este sitio, es fascinante como se puede ver todo desde aquí.

-Sí tan sólo pudiera quedarme aquí para siempre...- digo para mí misma en voz alta- si tan sólo...

- ¿quieres callarte? Joder.. chillas más que mi mamá cuando llevo tiempo sin ir a casa.

¿Pero que mierdas? Volteo y veo a un chico con capucha acostado en el piso en una esquina. Sus brazos cubren su rostro, de manera que la luz del sol no le moleste y su rostro sea indescifrable. Además de que esta al fondo del salón y poca luz se cuela por ese sitio.

- Pero que carácter se cargan todos en este estúpido instituto. Además, puedo estar aquí tanto como tú.

- Genial, se acabó La Paz que hubo en años en este lugar. Ahora tendré a buscar otro sitio en este puto manicomio- Quito sus brazos de su rostro y se dispuso a levantarse.

No les mentiré, aquel comentario me sacó una risita, y por lo que escuché, a él también.

Sacudió y arregló su uniforme.

- Lo siento, no quise interrumpir tu paz. Al contrario, también buscaba lo mismo. Tranquilidad en tanto alboroto.

- ¿Sabes?- dijo acercándose- creo que me caes bien... ¡espera!... ¿la chica de anoche?.

- ¡loco del cartel que me beso!- mi cara de asombro no podía ser más de meme. Y creo que él, tuvo el mismo pensamiento de mi cara porque soltó una gran carcajada.

- Oye... no soy ningún loco. Mucho gusto, mi nombre es...- hizo una pausa, creo que estaba pensando muy bien lo que iba a decir a continuación- Gael, me llamo Gael. Un placer conocerte-dijo tendiendo su mano

- Elissabeth- estrechó mi mano con la suya- un placer loco del cartel. No. enserio, pensé volver a verte, pero no tan pronto..

- Lo mismo digo... y hablando de aquel beso...

- No te preocupes. Ya lo olvidé, quedo en el pasado, ¿eso es lo que me ibas a decir no?.

- Podría ser...- se está acercando... ¡por qué se está acercando!- pero da la casualidad- retrocedo, eso es lo que hago hasta que choco con una pared- de que me gustaría volver a probarte...

Me tiene acorralada, y díganme. ¿para que mentirles? cuando yo también quiero eso.

Su rostros está a centímetros del mío. Sus manos están a cada lado de mi rostro dejándome sin escapatoria. Siento su respiración, la cual choca con la mía. Mira mis labios y luego a mis ojos, nuestras miradas conectan y nuestros alientos se mezclan.

- Me dirás loco... pero enserio que anhelo besarte- sus labios rozan los míos

- Entonces... ¿qué estás esperando?-
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Nota de la autora: dos palabras... Vienen Problemas.




Pasión ProhibidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora