{Sábado a las 11 de la mañana}
-Buenos días por la mañana
-No te creo, yo también digo eso - comentó Eva.
-¿Nos habremos despertado muy tarde? - preguntó la de Iruña.
-Pues no lo sé. No me acuerdo a qué hora cierran el comedor.
-Creo que lo mejor será bajad y comprobarlo nosotras mismas.
-Exacto, yo me voy en pijama, la verdad.
-Igualmente, estos días vamos a estar nosotras solas, qué más da - dijo la navarra mientras abría la puerta de la habitación.
-¡Hola! - expresó Gèrard.
-Gèrard, ¿qué haces aquí? - preguntó mientras se escondía detrás de la puerta entera sonrojada.
-Flavio y yo hemos bajado a ver qué tal habéis pasado la noche.
-Entrad, como si fuera vuestra habitación - argumentó la gallega.
-Gracias Eva - dijo Flavio.
-Estoy en pijama, ¡qué vergüenza! - expresó Anne.
-No te preocupes. Estos pantalones parecen ser de pijama, pero no lo son. Me los pongo porque son cómodos jajaj.
-Pues a mí me encantas. Quiero decir, me encantan jejeje - los cachetes de Anne pasaron del color de su piel a parecer un tomate.
-¿Duermes en esta cama? - preguntó Gèrard.
-Sí... aquí...
-En nuestra habitación también duermes ahí Gèrard - exclamó Flavio con retintín.
-¿El comedor sigue abierto? - preguntó Eva.
-Sí, pero os íbamos a proponer ir a desayunar a la ciudad - comentó el de Murcia.
-A mí me parece buena idea, ¿y a ti Eva?
-A mí también. Así podremos conocer mejor Madrid.
-En 15 minutos estamos listas.
-Vale, mientras vamos a pedirle permiso a la directora - dijo Flavio.
-Perfecto, hasta luego.
-Vamos a prepararnos Anne.
-¿Se me ha notado mucho?
-Un poco sí, para qué mentir. Pero yo creo que es mutuo.
-¿Mutuo?
-Sí, yo creo que él también siente algo por ti. No suelo fallar Anne.
-Confiaré en ti, qué menos.
{Despacho de Noemí Galera}
-¿Se puede? - preguntó Gèrard con tono tímido.
-Claro Gèrard, pasa. Ah hola Flavio. Pasad ambos.
-¿Podríamos salir Eva, Anne, Gèrard y yo a desayunar?
-Bueno... vale. Pero seréis los primeros en hacerlo. Quedaros con las calles y mirad el Google Maps. Os doy cuatro tarjetas. Dos quedároslas vosotros y las otras dárselas a Anne y Eva.
-Muchas gracias directora - expresó Gèrard.
-Ni darlas. Tened cuidado y cualquier cosa, llamadnos chicos.
-No dudes de ello
-Bueno chicos, ¿a dónde vamos?
-En el mapa dice que hay una heladería artesanal por aquí - dijo Gèrard.