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Los días siguientes a la discusión, Mingi no apareció por el vivero. No era necesario preguntar por qué. Yunho tampoco habló del tema. Aunque quería tratar de explicarle a San por qué Mingi había reaccionado así, ya que no le gustaba verlos peleados, sabía que no debía entrometerse y que el menor debía hacerse cargo de sus acciones y disculparse él mismo. Sin embargo, tenía muchas ganas de hablar de los sentimientos que mencionó Mingi. ¿Acaso era cierto? ¿Tenía San sentimientos por su mejor amigo?
Una parte suya (la parte que apoya incondicionalmente a Wooyoung) se había emocionado ante la posibilidad de que así fuera, pero esa emoción se esfumó cuando vio a San tan furioso al escuchar esa acusación. Si él no sentía nada por Wooyoung, podría haberlo dicho y dar por terminada la discusión, ¿no? No entendía del todo por qué había reaccionado así, aunque supuso que a él también le enfadaría que alguien insinuara que tenía sentimientos por otra persona cuando ya estaba en una relación. Igualmente, Yunho presentía que había algo más detrás de esa reacción que él desconocía y quería enterarse, pero ―como siempre― no quería entrometerse en asuntos que no eran de su incumbencia, así que planeaba mantenerse al margen hasta que alguien decidiera contárselo.
El resto de los chicos también se mantuvieron al margen (luego de la intervención por mensajes de Yeosang, Seonghwa y Jongho) y desde la discusión el grupo estaba casi muerto. Wooyoung era el único que no entendía por qué y seguía actuando con normalidad, pues nadie tenía las agallas para informarle de la discusión entre los dos amigos que lo tenía a él como uno de los factores. El primer instinto de Yunho ―como mejor amigo― había sido en correr a contárselo ni bien salió de la casa, pero considerando la reacción de San decidió no hacerlo. Pero estaría mintiendo si dijera que no se moría de ganas de hablar de ello con alguien.
San, por su lado, actuaba como si nada hubiese pasado y Yunho no sabía cómo interpretarlo. Aunque ellos no hayan sido quienes discutieron, un incómodo silencio los separaba desde entonces y se estaba volviendo difícil de soportar. San no estaba ignorándolo, simplemente estaba metido en su propia cabeza, pensando. Desde esa noche no hacía más que pensar.
El final del día había llegado y ya era hora de cerrar el local. La señora Song nuevamente les había dejado la responsabilidad a ellos de hacerlo, por lo que estaban ambos chicos solos, sumidos en el mismo silencio que los rodeaba desde hace días.
―Hola.
Los chicos casi saltan del susto, pues nunca habían escuchado llegar a Wooyoung, quien los tomó completamente por sorpresa. La incomodidad no hizo más que crecer en ese momento.
Wooyoung los miraba expectantes, ya que todavía no le habían dicho una sola palabra. San evitaba contacto visual a toda costa, rápidamente murmurando un saludo y apurándose a terminar de cerrar para así poder irse a su casa.
―¿Qué haces aquí, Woo? ―cuestionó el mayor, tratando de disimular la tensión. Wooyoung, sin embargo, no era estúpido. Hace días que se dio cuenta que algo había pasado y todos actuaban raro, mas nadie se dignaba a decirle qué. Además, su amigo era pésimo ocultando cosas, y su actitud en ese momento solo confirmaba sus sospechas.
