Las versiones de Izuku (Katsudeku)

Tuyo

Ambos chicos estaban volviendo a los dormitorios, caminando lado a lado. Katsuki no dejó en ningún momento de verlo disimuladamente. El silencio no era para nada incómodo.

Entonces Katsuki preguntó:

—Todavía no has visto a All Might, ¿no? — Midoriya detuvo la caminata para acercarse a Katsuki, sorprendido.

—¡¿Q-Q-Q-QUÉ?! ¿A-A-ALL MIGHT? ¡¿N-NO ES BROMA, NO?!

El cenizo se iba a reír de la cara que había puesto el menor, pero estaba más concentrado en sus labios rosados que estaban a unos centímetros de los suyos. Midoriya dejó de hablar cuando también notó lo que el mayor estaba haciendo. Los dos se comenzaron a acercar cada vez más mientras cerraban los ojos poco a poco, antes de que Bakugō los cerrara por completo pudo admirar primero el rostro sonrojado del pecoso.

"Él sabe lo que estamos haciendo, ¿no?"

¿Deku estaba enamorado de él y por eso no paraba de acercarse más y más a sus labios? Esas preguntas hicieron que el chico explosivo se sonrojase. Faltaba muy poco para que sus bocas se tocasen entre sí, entonces fueron interrumpidos.

—¡Kacchan, Kacchan! No lo beses solo a él, yo también quiero que Kacchan me bese.

La voz del niño hizo que ambos reaccionaran y se alejaran completamente sonrojados, desviando la mirada.

—¿Sólo estas tú mocoso? — preguntó Katsuki luego de que calmara un poco su corazón.

—Sip, les dije a los demás que quería estar contigo así que me dejaron ir por ti solo.

Izuku se acercó a Katsuki, tironeándole de la ropa mientras inflaba sus cachetes pecosos.

Katsuki entendió la señal y levantó al niño en sus brazos. 

"Si que es lindo cuando se sonroja"  pensaba Katsuki mientras sonreía.

—Kacchan, yo también quiero que me beses. ¡No seas injusto!

Y ahí los dos chicos se quedaron mudos por lo que había dicho Izuku, porque ellos dos casi se besaban.

El frío comenzó a ser notable en el ambiente, dándoles la alternativa de volver a los dormitorios. Así que, cargando a Izuku y tomando la mano de Midoriya caminó hasta donde estaba el resto de la clase 1A.

—A mí me gusta Kacchan, yo amo a Kacchan~ — cantaba Izuku provocando que los dos mayores volvieran a estar rojos.

—Así que, ¿te gusto desde que éramos unos pendejos? — preguntó Katsuki con una mirada divertida. Midoriya se tapó la cara.

—Y-ya te lo está diciendo é-él.. — dijo refiriéndose al niño peliverde.

—Kacchan, ¿nosotros te gustamos? —ante la pregunta del pequeño Izuku, Midoriya se dio la vuelta para ver su respuesta. Porque si él no lo quería, estaría muy avergonzado por lo que recién sucedió y al mismo tiempo devastado.

Pero en cambio, el otro no sabía qué responder. Desviaba la mirada, pero al ver los ojos cristalinos del pequeño Izuku, con las lagrimas que estaban a punto de salir por malinterpretar el silencio ocasionado, les respondió a los dos con un susurro.

—Algún día se los diré, mientras tanto esperen par de idiotas.

•••

El ultimo día de Midoriya y el pequeño Izuku ya estaba por llegar.

Katsuki sabía que éstos no podían marcharse todavía sin conocer a su gran ídolo, así que el día anterior los llevó con el mismísimo símbolo de la paz.