El amor no tiene color

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-¿Estas bien?-me pregunto mi madre preocupada, no entendía lo que pasaba ¿Por que estaba llorando?, no recordaba mi sueño pero ¿Cómo mi madre se dio cuenta? ¿Me escucho?
-Estoy bien-respondi confundida, mientras quitaba cada gota de agua de mi rostro -pense que ya estabas dormida ¿que haces aqui?- agregue curiosa
-Vaya, creó que no recuerdas nada. Llorabas fuertemente como si te golpearan y no reaccionabas creó que tenias una pesadilla-replico calmando mi curiosidad, pero me miraba sin entender que pasaba, entonces pude recordar un poco de mi sueño, solo veía como alguien me golpeaba y yo le pedía que parara, sabia que no era un sueño era un recuerdo pero no tenía claro, porque había pasado.
-Bueno no te preocupes por mi, ve a dormir mamá, debes de estar cansada-le dije de la manera más sincera, ella me miro,revolvio mi pelo y se fue a su habitación. Creó que debo de dormir mañana será otro día, volví a entrar a el lugar lleno de fantasías desearía quedarme ahí para siempre tal vez así lo podría encontrar, y cuando menos lo espere el sonido de la alarma empezó a sonar, me frote los ojos y me empecé a alistar para el colegio al menos era viernes, cuando baje a desayunar vi una nota era de mi madre decía que llegaría tarde y que la disculpara por no desayunar conmigo, no era la primera vez así que comí y tome mi patineta para llegar un poco más rápido, llegue y me encontré a Harumi hablando con mis amigas.
-Hola chicas, veo que nuevamente llegaron antes que yo- dije con una reducida risa.
-Hola Paloma, de hecho te estábamos esperando-dijo Melissa.
-Oh ¿Eso es una patineta?Yo tambien tengo una mira-Harumi tomo su parienta del piso, tenía su nombre escrito, era muy llamativa.
-Bueno seguimos la platica después, tengo que sacar mis cosas del casillero, las veo en el salón-sonrei mientras me acercaba a mi casillero
-¡No vayas a tropezar con alguien!- grito Regina. Estaba acomodando mis cosas cuando alguien me llamo.
-Hola Paloma, ¿Como estas? Oye voy a hacer una fiesta mañana y quería ver si querías venir,estamos invitando a mucha gente-me pregunto Milena de una manera amigable por lo que no me pude negar-Me parece bien, gracias por invitarme, tendré que preguntar- conteste agradecida -Ve la hora, lo siento me tengo que ir-tome mi mochila y corrí a mi salón para mi suerte aun no había llegado la profesora, me senté y platique un rato con mis amigas, tambien sobre la fiesta, y empezó la clase la verdad no ocurrió nada interesante, me despedí y estaba a punto de irme pero Harumi me dijo que si quería ir con ella un rato al skatepark yo accedí, al final de cuentas no tenía nada mejor que hacer y era temprano, llegamos al lugar y vi que unos chicos la esperaban y me presento.
-Hola chicos, ella es Paloma-me presento con su voz dulce -Hola mucho gusto, soy Luka-expreso un chico alto y con cabello negro y puntas azules -Y yo soy Ashlee,encantada- manifestó una chica de pelo largo, ojos café y con gafas como yo -¿Sabes hacer trucos?- cuestiono la chica -La verdad es que no- asegure avergonzada -Bueno supongo que tendré que enseñarte- respondió Harumi, se acomodo arriba de la rampa y empezó a deslizarse, mientras su cabello se movía debido al viento que golpeaba sus mejillas parecía que se movía en cámara lenta, ahora era mi turno de intentarlo, y caí ridículamente al piso, estaba a la espera de las risas burlonas pero no escuchaba nada ¿Me lo estaba imaginando? En cambio se acercaron a ayudarme y Luka extendió su mano, seguía sin entender y interrogué porque nadie se burlaba de mi caída triunfal -Pues todos empezamos con algo, si nos burlamos de ti no ayudaría, la práctica hace al maestro-replico Ashlee, y en ese instante me sentí segura, paso el tiempo y sin más el sol empezó a esconderse y tuve que despedirme, llegue a mi casa pero mi madre no estaba, calenté la comida y cuando acabe fui a hacer las tareas, como estaba cansada después de terminarlas me fui a dormir, y el sueño que preocupo a mi madre, volvió a aparecer pero ahora era más claro -¡Ya déjame!No te hice nada-pedia entre sollozos y suplicas para que detuvieran los golpes a mi estomago -¡¿Como que no hiciste nada?! Tienes puesta esa estúpida pulsera del orgullo gay, me das asco, bola de enfermos, no entendió como hay gente que los apoya-no veía su rostro con claridad, era borroso supongo que por los golpes y la agonía que sentía -¡De que hablas solo es un arcoiris! Y ellos no son enfermos-dije tosiendo pues el aire se me salia -!El único enfermo aquí eres tu! Tanto te cuesta dejar que la gente ame a quien quiera y ser ellos mismos-termine con el último de mis alientos -¡Callate!- grito aquel chico dándome el golpe de gracia para después desmayarme por el dolor, me desperté, mire mis manos y nuevamente estaba llorando, no entendía porque la gente juzgaba todo, no importa como seas siempre te criticaban, el amor no tiene color,  si alguien ama a una persona, esta bien es tan difícil entenderlo, porque no simplemente dejamos de tener prejuicios y criticar por todo y dejamos a todos ser ellos mismos, todo seria más fácil, pero aun nos falta para llegar a ese paraíso.

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⏰ Última actualización: Aug 11, 2020 ⏰

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