Capítulo 6: Esclava del diablo

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Nunca pensé que pudieran haber monstruos en este mundo... Nunca pensé que la vida pudiera ser tan cruel... Nunca pensé que este era mi destino... Pero sin duda estaba equivocada.

Estar inconsciente era algo horrible. Nunca sabias que iba a pasar y nunca sabias si lo ibas a lograr.

Intente mover mi cabeza, pero inmediatamente recibida por un enorme dolor que recorrió todo mi cuerpo, comenzando por mi cuello. Gimotee. Y con eso todos los recuerdos volvieron... sus fríos labios, sus suaves besos, sus susurros, el horrible dolor de su mordida, la succión, la vida siendo alejada de ti... Los dos ojos rojos. Los que nunca olvidare.

Mis ojos se abrieron de golpe y yo inmediatamente me senté recta. Estaba jadeando por aire y sudaba como loca. Estaba sentada en un antiguo, rojo y cómodo sofá. Muy de moda en realidad. Estaba en una enorme, antigua sala de estar con un amplio lustre. Habían grandes ventanas con cortinas y también habían unos pocos libreros. Estaba oscuro en la habitación y la única luz venia de la chimenea. Cerca de esta había un solo asiento que también era rojo. Mis ojos cayeron en la personas que estaba sentada ahí...

Él. 

Él miro directamente hacia mi, sus ojos nunca dejaron los mios. Comencé a entrar en pánico. ¡Claro que iba a entrar en pánico! ¡Este hombre casi me mata!

"Finalmente. Creí que nunca despertarías." dijo él en su acento Británico. No dije nada a cambio. Lo único que estaba haciendo era temblar y orar para que pudiera sobrevivir a esto.

"¿Cual es tu nombre, amor?" me pregunto. Y de nuevo mantuve mi boca cerrada. Vi que el se estaba enfadando porque no respondía. "Escucha cariño, te he hecho una pregunta y seria muy cortes si me respondes" me dijo mientras se enojaba. Y otras vez no le respondí.

En un segundo sus ojos se había convertido en rojos y me tenia inmovilizada en el sofá, usando su asombrosa velocidad, con sus manos en mi cuello de modo que no pudiera respirar. Mis manos estaban arañando las suyas alrededor de mi cuello.

"No me hagas enfadar, amor... si te pregunto algo, me respondes. Si te pido que hagas algo, lo haces, ¿entendiste?" yo asentí rápidamente antes de que soltara mi cuello, permitiendo que el aire ingresara a mis pulmones otra vez.

"Entonces dime tu nombre." él pidió severamente.

"R-Rose Elisabeth Fairchild..." murmure. Sus ojos se estaban poniendo verdes de nuevo. Eran muy hermosos. Podías ahogarte en ellos. ¿Por qué no tengo unos ojos tan hermosos?

"Bueno Ms. Fairchild, soy Harold Edward Styles, pero sólo llámame Señor o Amo, ¿entendiste?"

"Si, amo."

Él tomo mi barbilla en su mano. Si una mano. Veras, sus manos eran realmente grandes. Él volvió mi cabeza de modo que pudiera ver mis ojos otra vez. "Recuerda que podría rasgar fácilmente tu garganta." dijo antes de que llegara a mi. 

Se alzo por encima de mi, intimidándome. "Escucha cuidadosamente... ahora eres mi esclava. Vas a hacer todo lo que te diga que hagas. Si no escuchas, tendrás que sufrir las consecuencias. ¿Lo entiendes?"

"Si señor." él se volvió y camino lentamente hacia el fuego. Yo estaba cerca de llorar, pero no en frente de este monstruo. ¿Que era él realmente?

La mordedura... La succión... Toda la sangre... Sólo había una solución.

"¿E-eres un vam-vampiro?" le pregunte. No sé de donde vino el coraje pero supongo que mi curiosidad gano. Él se volvió lentamente y me miro a los ojos. 

"Si." me dijo.

"¿Vas a matarme?" él se estaba comenzando a molestar.

"Si vas a ser una buena chica y me vas a escuchar, entonces tal vez no, ¡y para de hacerme preguntas! ¡Tú sólo estas permitida a hablar si es que yo te pido algo!" me respondió airadamente. Baje la vista hacia mi regazo, asustada de hacer algo mal. Cuando mire hacia arriba vi que se estaba aproximando a mi. Cuando él estaba en frente me pidió que me levantara.

Todo mi cuerpo seguía débil desde que él me mordió, pero trate de levantarme. Cuando lo hice, perdí mi balance y caí. Espere por el momento en que mi espalda golpeara el suelo, pero nunca vino.

Mr. Styles me había atrapado. Él me ayudo a levantarme antes de balbucear. "Eres una cosa tan miserable."

No lo escuche. De cualquier modo estaba acostumbrada a ello. Las personas siempre me llamaban así. Él me pidió que lo siguiera y eso hice.

Caminamos fuera de la sala de estar y dentro una gran sala. Él estaba llevando un candelabro. La luz llenaba el lugar. Nos dirigimos a la enorme escalera y fuimos a la izquierda. Luego, a la derecha, pasando otro corredor. Al final del corredor, él abrió una puerta y fuimos recibidos por otra escalera. ¿Que tan grande era este castillo?
Cuando acabamos las escaleras, fuimos a otro corredor. Lo seguimos hasta el final y llegamos a la puerta. Mr. Styles la abrió y me ordeno entrar.
Estaba en un dormitorio. Había una vieja y grande cama de dosel. También había una mesa con un cepillo para el pelo y unos pocos alfileres en el. Contra la pared había un enorme espejo. En la esquina, un sofá con un librero contra este. Había una gran ventana con cortinas y también unos cuantos candelabros y un enorme guardarropa.
Entre en la habitación, insegura en que hacer o decir. Me volví y vi que Mr. Styles seguía de pie en la entrada. Él me miró. ¿Alguna vez podría parar de mirarme? Aunque no le dije que aquello me estaba molestando. Él probablemente me castigaría si lo hiciera. Y finalmente habló...
"Esta será tu habitación. Te estarás quedando aquí cuando no tenas nada que hacer."
Yo asentí.
"Tendrás que hacer mi desayuno. Tiene que estar listo a las 7 A.M. ¿lo entiendes?" Mi Dios, ¡Eso si que era temprano!
"Si, señor."
"En el guardarropa hay algunas ropas que puedes vestir."
Asentí otra vez.
Entro en la habitación y se dirigió hacia mi. Cuando estuvimos a sólo centímetros de distancia, él se detuvo. Toco lentamente mi cabello y comenzó a jugar con el. Luego, toco mi mejilla de la misma manera. El frío tacto envió escalofríos a mi espalda y yo me eche hacia atrás para que él no me pudiera seguir tocando.

Una pequeña sonrisa de satisfacción se dibujo en su rostro. "Te diré esto, cariño..." comenzó mirándome a los ojos. "No trates de escapar. Podrás correr pero nunca lograras esconderte. Siempre te encontrare. No intentes pedir ayuda. Cualquiera que trate de alejarte de mi, lo matare sin piedad."

"Te mantendré cerca, amor." y con eso él salio de la habitación y cerro la puerta. Lo escuche alejarse, ya que sus pisadas eran claramente audibles. Cuando escuche que se había ido, no me pude contener más. Me derrunmbé y comencé a llorar. Corrí a la cama y me arroje encima, llorando a moco tendido.

Millones de preguntas se me pasaron por la cabeza pero el cansancio era demasiado para mi. En unos pocos minutos ya estaba durmiéndome lentamente. Con la esperanza de que nunca volvería a despertar.

Tratare de subir otro capitulo en la noche o tal vez mañana :)

XOXO

The Beast - Harry Styles (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora