Ella no sabia donde estaba. Todo lo que podía distinguir era que estaba de pie en un oscuro corredor, la luz de la luna entraba por la enormes ventanas, dándole una oportunidad de ver por donde estaba yendo. Musica alta y risas podían ser oídas cuando ella se acerco a las grandes puertas al final del corredor.
Podía sentir felicidad por detrás de las puertas. Una vida sin preocupaciones. Una vida sin culpa. Una vida sin ninguna muerte, sufriendo sobretodo... Una vida sin ningún demonio. Ella lo ansiaba. Lo deseaba. Necesitaba su libertad.
Cuando finalmente llego a las puertas, ella no dudo ni un segundo e intento envolver sus delicadas manos pequeñas alrededor del pomo, pero incluso antes de que lo lograra, las puertas se abrieron y ella fue invitada por dos hombres altos, que estaban vistiendo trajes pasados de moda.
"Mrs. Fairchild, la estábamos esperando." Uno de ellos asintió.
Ella les agradeció y dando pasos cuidadosamente entro.
Luz rebosaba de sus ojos de color avellana, provocado por los enormes brillos que iluminaban el salón de baile, dándoles a todas las personas de dentro un resplendor mágico.
Ella estaba vistiendo un hermoso y largo vestido de color dorado, terminado con plata y perlas. Su cabello caía suelto sobre sus hombros y se dio cuenta que estaba llevando un collar de oro alrededor de su pálido cuello.
Habían personas dispersadas por todos lados, todas en su propios grupos, hablando sobre Dios sabe que. Todos ellos la recibieron con un: "Ms. Fairchild", y como la educada mujer que era ella, los saludo de vuelta. Aunque fue sólo un: "Encantada de conocerte" porque no sabia quien era ninguno.
Sus ojos cayeron en la pista de baile. Varias parejas estaban bailando una hermosa danza mientras los demás se reunían en torno a ellos, observándolos mientras jugaban un hermoso juego amoroso. Las mujeres estaban volando sobre la pista de baile como un agraciado cisne, mientras los hombros estaban guiándolas como un verdadero león. La musica causada por una banda a la antigua que se encontraba en la esquina, sonaba como el cielo y encajaba perfectamente con el baile. Había un sonrisa en el rostro de cada uno, así que si, se podría decir que todos estaban pasando un buen rato.
Mientras miraba todo, ella camino lentamente hacia la pista de baile, uniéndose al resto de espectadores.
Ella miro a las parejas con atención. Su hermosura era hipnotizante. Sin espinillas, sin arrugas, ningún defecto cubría sus rostros. Ellos habían sido tocados por las manos de Dios. Todos en ese salón eran una verdadera pieza de arte.
Ella sintió que no pertenecía aquí. No era hermosa. No era inteligente. No era amada. Ella no era nada en su opinión.
"Nunca creí que podría ver la definición de belleza con mis propios ojos. Tengo la esperanza que no me estén engañando."
Las palabras fueron dichas por una voz suave y cálida. Una voz que sólo podía venir de un ángel que estaba de pie justo detrás de ella.
Ella se giro para ver al ángel y fue recibida por una de las más hermosas personas que jamas había visto.
Allí, estaba de pie un hombre alto y musculoso, que estaba vistiendo un hermoso traje negro. Sus ojos color chocolate se posaron en los suyos cuando se reunieron. Barba de tres dias cubría su rostro y tenia un hermoso cabello castaño oscuro. Sin olvidarnos de la hermosa linea de la mandíbula que poseía, lo cual lo hacia lucir incluso mucho más perfecto.
"Entonces lo rumores son ciertos. Eres una obra maestra." Habló el ángel delante de ella.
"¿Yo... ?"Pregunto ella sorprendida.
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The Beast - Harry Styles (Español)
Fiksi Penggemar#25 en Fanfiction. Rose sabia que este mundo estaba lleno de misterios, cada uno de ellos esperando ser descubiertos. Ella siempre había soñado con una vida normal sin culpa o preocupaciones. Pero claramente, el destino había decidido algo diferente...