Capitulo 2 (Un Dia Dificil)

899 27 0
                                    

Me senté en la sala de profesores para almorzar. Estaba sola. No sé donde estaban los otros maestros. Mordí la manzana (si, mi almuerzo es una manzana) muy despacio, estaba concentrada. Estuve todo el día pensando en lo que me dijo Violetta por la mañana.
"Las palabras no dichas son las que nos duelen más".

¿Ella tenía razón? ¿Estoy solo haciéndome daño manteniendo todo dentro mío? Pensé que estaba haciendo el correcto en no preocupar las personas alrededor con mis problemas. Suspiré. Mi mamá siempre pensó como Violetta. La única persona que he confiado fue Maria. Cuando ella murió, mi mamá me imploró para que hablara más de lo que se pasaba en mi mente, pero no lo hice. Pablo también intentó. No me ayudaran. Al revés, me hicieran las cosas más difíciles. Todos me presionaban demasiado. Con todo que vengo pasando con... sabés quien, paré de comer (comer bien, arroz y carne, esas cosas, por ejemplo) no sé bien porque... Me parece, no sé... ¿Depresión? Bueno, pero creo que estoy bien. Bien hasta que Violetta vaya a hablar con mi mamá. Sé que lo hará. Están siempre hablando de mi.

De repente, veo las manos de alguien pasando en frente a mi cara. Cuando vi, era Beto. ¡Se estaba riendo de mí!

"¿Hace cuanto estás ahí?" pregunté. ¿¡Como no le oí entrar!?

"Unos 10 minutos" me contestó mirando hacia su reloj. "Has estado en tu pequeño mundo desde que entré. No me gusta interrumpir tus pensamientos, pero hay alguien que te quiere ver."

"¿Quien?" pregunté curiosa. ¿Quien vendría a verme en horario laboral?

Antes que él pudiera contestarme, escuché a alguien llamando mi nombre.

"¡Angie!" Ah bueno. "¿Donde estás? ¡Necesito hablar con vos!"

"Estoy acá mamá" murmuré, orando para que no me oyese.

"Ah vale." vino la respuesta. Mierda, me escuchó.

~~~Corte de Tiempo~~~

Fui sola a casa, aún de mal humor después de la "maravillosa charla" con mi mamá. Violetta habló con ella muy antes de lo que yo esperaba. Lo que me recuerda que tengo que darle un buen sermón cuando llegue a casa por haber hablado con mi madre. Entré por la puerta principal y vi German solo en el living. Seguro eso es lo último que necesitaba ahora. Cerré los ojos por un instante, deseando con todas mis fuerzas que él desapareciera y me dejara sola de nuevo. Lamentablemente, no estaba imaginando cosas. Cuando abrí los ojos, él estaba de pie en frente a mí.

"¿Estás bien?" me preguntó sonando un poco preocupado.

"Nunca he estado mejor." murmuré sarcásticamente.

"Hey," dijo dulcemente. "No hace falta que sea así."

"Perdonáme" me disculpé, mis ojos se llenaron de lágrimas. No, ahora no, por favor ahora no, no delante de German.

Él me envolvió en un abrazo, consolándome. Un rato después me alejé, secando mis lágrimas.

"Tengo que ir, ¿sabés dónde está Violetta?" dije.

"En su cuarto." contestó. "¿Segura que estás bien?"

Asentí. Ese día fue sin duda demasiado estresante. Me arrepiento de no haber quedado en la cama. Hubiera sido mucho más fácil.

Germangie - Palabras No DichasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora