Capitulo 4 (Realidad)

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Por supuesto, de alguna manera, la realidad tiene que volver a estar presente. Nada es para siempre, especialmente momentos perfectos. En el otro día tenía que trabajar. No podía concentrarme en nada. Las personas me hablaban del show de fin de año del Studio, que estaba llegando, pero todo entraba por un oído y salia por el otro. Por fin, llegó la hora del almuerzo, y todo que deseaba era un poco de paz y silencio.

"¿Estás bien?" Pablo me preguntó sentándose al lado mío.

Sonreí y asentí. "Si gracias, ¿y vos?"

"Bien." contestó. "Te ves mejor." añadió.

"¿Que quieres decir?" le pregunté confundida.

"Mejor que ayer." explicó.

"Eh, ¿gracias?" dije, no muy segura si fue un elogio o un insulto.

"Fue un elogio." Pablo dijo sonriendo, también lo hice.

Él me abrazó y puse mi cabeza en su hombro. Nos quedamos así hasta Beto y Gregorio entraren en la sala para almorzar. Nos alejamos y volvimos al trabajo normalmente. Ya eran unas 17:00 y estábamos Pablo y yo en la sala de profesores viendo unas cosas del presupuesto de la muestra pero mi mente estaba llena de pensamientos en German, y no podía concentrarme en nada. Estaba pensando en sus abrazos perfectos cuando dejé caer la taza de café de la mesa. Ella se rompió en trozitos y hizo un barullo que me asustó.

"Por Dios, perdonáme, ¡estaba distraída!" me disculpé mientras Pablo fue por un trapo y una escoba para limpiar el desastre que hice. Me agaché y empecé a recoger los pedazos rotos.

"Te vas a cortar, yo lo hago." Pablo me dijo.

"No voy, ¡tendré cuidado!" insistí.

"¡Ay!" exclamé cuando una pieza afilada me pinchó el dedo, entrando en él.

"¡Te dije!" dijo mientras yo levantaba. "Vení."

Lo seguí hacia el lavabo. Él puso mi mano bajo el agua fría. Luego sacó suavemente el vidrio de mi dedo y puso un band-aid en él.

"Gracias." agradecí mientras volvíamos a la sala.

"De nada."

Miré hacia mi reloj y no pude creer la hora.

"¡Caramba! ¡Tenía que estar con Violetta!" dije. Cogí mi cartera y corrí afuera de la sala para encontrar con Vilu.

"¡Por fin!" ella dijo mientras me acercaba. "Vamos, vení, ¡aún me quiero ir por un helado!"

Ella me tomó por el brazo y me "arrastró" hacia el parque. Empezó a caminar más despacio mientras nos acercábamos a la heladería.

"¿Porque no estás más corriendo?" pregunté, sorprendida.

"No tengo dinero." dijo mirándome con cara de perro abandonado.

"Ayy, que lástima, parece que voy a ser la única a tener un helado hoy." dije con una sonrisa, disfrutando la cara de Vilu mirándome.

"¿¡¿¡¡QUÉ!!?!? No, esto no es justo, ¡yo quiero un también!" pidió.

Yo reí.

"Ok, ¡pero me debes!" dije mientras buscaba el dinero en mi cartera.

Después de nuestros helados nos dirigimos a casa. Caminábamos lentamente, poniéndonos en día con todos los chismes.

"Entonces..." Vilu empezó. "¿Como van las cosas entre vos y mi papá?"

Levanté las cejas y ella suspiró.

"Ok todo bien, no voy a hablar de ese tema." dijo decepcionada.

"No hay nada de que hablar" dije.

Esta vez ella levantó las cejas.

"Angie, enserio, tenés que parar de negarlo y aceptar que te gusta, toda esa cosa de "no le quiero" ya está vieja."

Ella caminó rápidamente hacia adelante dejándome parada allá, con la boca abierta, en shock, simplemente sin palabras.

[A/N: Chicas (y chicos, porqué no eh?!), yo sé que es a veces es muy aburrido comentar en los capítulos... Pero me encantaría que lo hicierais porque solo quien escribe sabe cuanto es importante saber la opinión de sus lectores. Así que por favor, les pido de corazón que dejéis sus comentarios, con vuestras críticas, sugerencias, elogios, opiniones, lo que tengáis ganas de decir. Muchas gracias. Os quiero ]

Germangie - Palabras No DichasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora