Capítulo 3: Tú eres mío

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---E-espera.. Mmngh Kookie.
---¿Te gusta.?---susurró contra su oído, los gemidos del castaño simplemente eran arte a los oídos del menor---Ahh, te extrañé mucho, mi hyung.
---Y-yo.. ¡Aamh.!---las pequeñas pinzas sobre sus sensibles pezones se apretaron levemente haciéndolo temblar debajo del pelinegro, aunque no lo pudiese ver por la venda en sus ojos podía recordar aquella mirada lujuriosa que el menor tenía siempre en sus encuentros.

El pequeño vibrador en su interior comenzó a moverse con más intensidad y podía sentir su vientre contraerse ante la necesidad de tocarse, más las esposas que ataban sus manos tras su espalda se lo impedían.
---Dejá que te vea mejor, Hobie---susurró Jungkook tomando las rodillas del castaño y abriendo sus piernas para ver como aquel pequeño objeto mantenía a su hyung al borde de la excitación.. Atado y a su merced, sentía que podía correrse sólo de verlo.

---Mmngh, t-te necesito a-a tí---las súplicas de Hoseok sólo lograron encender aún más al menor.
---¿Esto es lo que quiere mi hyung.?---lenta y tortuosamente Jungkook comenzó a deslizar sus manos por las piernas del castaño hasta llegar a sostener sus caderas, miró con una sonrisa ladina la tierna erección que el mayor tenía relamiéndose los labios antes de acercarse pasando su lengua por sobre la goteante punta.

---¡Kookie.! Mnmh..---las fuertes y marcadas manos de Jeon eran un delirio, mientras una se encargaba de deslizarse por su dolorosa erección la otra subió tirando levemente de la cadenita que unía ambas pinzas sobre sus pezones.
Los dedos del menor apretaban con poca fuerza el rosado y goteante miembro estimulando lo apenas.
---No puede correrse aún, hyung---susurró alejando sus manos del cuerpo contrario y un pequeño jadeo en desacuerdo abandonó los labios de Hoseok. El menor finalmente sacó de su dilatada entrada aquél objeto que lo estaba volviendo loco, él necesitaba atención también.
---Mmngh---jadeó gustoso cuando el vibrador fue reemplazado por los cálidos dedos contrarios.

---Está tan caliente, hyung, me encanta---susurró mientras movía dos de sus dedos en el interior del castaño, un tercer dedo entró sin problemas y tan rápido como entraron los sacó escuchando otro jadeo en desacuerdo---Espera un poco más Hobie, no seas impaciente---murmuró burlón mientras desabrochaba sus pantalones bajando los junto con sus molestos bóxers---Ahh, estoy tan caliente en este momento, hyung.

Subió a la cama metiéndose rápidamente entre las piernas de Hoseok, quitó las pinzas de su pecho y la venda de sus ojos deleitándose con el delirante y sonrojado rostro del castaño, sus ojos vidriosos y labios temblando sin parar.
---Como en los viejos tiempos, ¿No, lindo hyung.?---una pequeña sonrisa se pintó en ambos labios antes de juntarse en un desesperado beso jugando con sus lenguas en la boca del otro mientras las manos de Jungkook se deslizaron hasta las esposas afelpadas del mayor quitando las antes de posarse firmemente en sus caderas.

---Ju-jungkookie---jadeó extasiado rompiendo el beso por unos segundos para tomar oxígeno de nuevo, el menor aprovechó para bañar de lubricante su erección que comenzaba a molestarle antes de deslizarse entre sus pomposas nalgas presionado y frotándose contra su dilataba entrada haciéndolo sujetarse de las blancas sábanas de la cama.
---Mmmh---Jeon mordió los labios contrarios volviendo a besarlo cortamente mientras se adentraba lenta y tortuosamente en su cálido, húmedo y apretado interior---H-hyung, eres perfecto---murmuró apretando el agarré de sus caderas, sintiendo los labios del castaño pasearse descaradamente por su mandíbula y bajando hasta su cuello.

Hoseok estaba en el mismísimo cielo y quería sentir más, quería más.. Anonadado dejó de besar el cuello del menor y movió las caderas contra él en busca de más placer que el pelinegro no dudó en darle comenzando a moverse lenta, pero certeramente, golpeando de una sola estocada aquel punto caliente y blando que hacía al castaño perder la razón.
---Hyung, ¿Te gusta cuando lo hago así.?---preguntó con picardía al ver las expresiones del mayor destruirse con cada empuje.

---¡Aaahn.!---al no tener respuesta dió una fuerte y profunda estocada que hizo al castaño arquear su espalda y estremecerse---¡S-si, si si.!---Jungkook sonrió satisfecho siguiendo con fuertes y profundas embestidas mientras una de sus manos abandonaban las caderas del mayor para deslizarse hasta su desatendida entrepierna.
Hoseok chilló bajo cuando sintió una fuerte mano sujetar su miembro con delicadeza masajeando lo al ritmo de las profundas estocadas que maltrataban deliciosamente su punto dulce.
---¡Jungkook.!---un último movimiento de su mano y Jung se había corrido arqueando la espalda y apretando su cálido interior por reflejo, aprisionando el miembro en su interior que no tardó mucho en explotar dentro de él---¡Aaaahg.!

---Hobie hyung---murmuró el menor acercándose hasta esos jadeantes labios rosas que se acoplaron a los suyos de manera suave, nada desesperado sólo un dulce baile entre sus lenguas y sus respiraciones agitadas mientras caían recostados uno al lado del otro abrazándose sobre la desastrosa cama.
---Kookie---susurró débilmente cayendo en los brazos de Morfeo sin miedo a encontrarse con esos ojos plateados que tanto le asustaban, pero atraían de cierta manera.
Estaba dispuesto a descansar cuando una cálida caricia en su cabello lo hizo removerse en la suave superficie de su cama, sentía calor, su cuerpo comenzó a calentarse rápidamente y esa cálida mano volvió a posarse sobre él justo en su cuello transmitiendo un terrible y asfixiante calor.

Incómodo Hoseok trató de moverse, pero no lo logró, estaba paralizado, quiso abrir los ojos y al hacerlo sólo logró ver su habitación completamente sumergida en obscuridad y unos bellamente mortales ojos plateados que lo veían con intensidad y... ¿Molestia.?
---¿Q-qué está p-pasando.?---preguntó con la voz temblando, nunca en los días que llevaba mirando al extraño, pero atractivo desconocido lo había visto así de furioso y tenebroso como lo era ahora frente a él.
---Humano insolente---gruñó molesto, su voz era más grave de lo usual en señal de su eminente enojo---Tú... Eres mío, y no debes entregarte a nadie que no sea yo, ¡¿Entendido.!?---el castaño se encogió asustado por el grito del pelinegro, su garganta se cerró en un horrible nudo y sus ojos picaron nublando se en lágrimas, su cuerpo temblaba y una presión en su pecho crecía haciéndolo sentirse asfixiado.

---¡¿Te pregunté si entendiste.!?
---¡S-si.!---chilló asustado con la poca voz que le quedaba mientras no dejaba de temblar y llorar, estaba asustado, aterrado..
El pelinegro se acercó a la cama con una expresión seria y terrorífica que le heló los huesos al castaño e involuntariamente y sin pensarlo cerró los ojos apretando los lo más que pudo  mientras sollozaba leve.
---B-basta... P-por favor...---unas tibias manos tomaron sus mejillas, pero no abrió sus ojos, se negaba a ver esa terrorífica mirada de nuevo.

---Ho... Hobie... Hyung, ¡Hobie hyung.!---escuchó y finalmente sus ojos se abrieron encontrándose con el preocupado rostro del menor y sin dudarlo un segundo se lanzó a sus brazos ocultando el rostro contra su cuello y hombro.
---¡Ju-jungkook.!
---Tranquilo, está bien, estás a salvo conmigo---susurró mientras acariciaba la desnuda espalda del sollozante castaño en sus brazos.
Jungkook estaba confundido y preocupado, había salido a prepararle el desayuno a su hyung y cuando volvió una obscura neblina parecía estar sobre el cuerpo tembloroso del mayor, ver las lágrimas correr por las rosadas mejillas de Hoseok lo hicieron alarmarse y acercarse, pero una vez llegó a la cama la neblina se había ido sin dejar rastro.

¿Qué había sido aquello.? Lo peor de esa pregunta era que él lo sabía con certeza, pero se negaba rotundamente a creerlo, sólo algo tenía claro y era que debía mantenerse cerca de su hyung para cuidarlo cueste lo que cueste, después de todo en este caso él era el único que podía ayudarlo realmente.

Dulce víctima || Vhope [Finalizado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora