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Odio mi vida 

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Odio mi vida 

Después de que cierto rubio te dejara inconsciente, fuiste llevado a la enfermería. Te habrían suspendido sino fuera porque Wendy menciono al director PC, que fue Tweek quien busco problemas; o habría creído que eras un homofobico de mierda y te hubiera golpeado como lo hizo con Cartman. Y lo peor de todo, es que Craig vio como te puteabas al "amor de su vida" o ha su "honey" como el siempre decía. 

— _______ necesito que te quedes quieto, no podre echarte el alcohol si sigues moviéndote.- hablo con un tono preocupado la de boina rosada. Estabas retorciéndote de dolor debido a la raspadura que tenias en tu mejilla izquierda, menudas uñas tenia ese loco, con razón Craig tenia esas marcas en su espalda cada vez que se cambiaban en los vestidores.—Se que tu duele pero, por favor cálmate, cuando termine de curar tus heridas te dejare tranquilo.

— Maldita sea mujer, dijiste lo mismo varias veces y sigues estando como una perra faldera detrás de ese marica.— menciono con indiferencia y cierto tono de molestia el de pompón amarillo y gorro celeste.—Tu grupito de amiguitas son iguales, son unas zorras tratando de buscar atención de quien ni les da la ahora.

—¡Cállate Cartman! ¡Solo estoy ayudando a ______!— grito con enojo la azabache.— ¡Juro que si vuelves a insultarme te pateare en la bolas!

— Oigan, deberían calmarse, ______ necesita estar tranquilo.— hablo Stan tratando de poner las aguas en calma.— Cartman no molestes a Wendy y Wendy no le hagas caso Cartman, tu sabes lo jodido que es.

— Lo que sea hippie, pero tengo razón.

— Como sea Cartman ya cállate.— hablo esta vez el de parka naranja.

El castaño siguió hablando pero nadie le prestaba atención ya que estaban enfocados en ti. Por tu lado, estabas tan aburrido y adolorido que decidiste ver como Wendy te curaba, fijaste tu vista hacia su rostro y notaste lo blanquecina que era, sus mejillas levemente sonrojadas debido al frio que hacia constantemente y sus pequeños, pero deseosos labios. Cuando salías con ella,  no prestaste atención sobre lo perfecta que era la azabache, ya que la culpa te consumía, saber que Stan podría considerar eso como una traición te traía preocupado. 

— Eres muy bonita Wendy.— soltaste inconscientemente, era común en ti decir lo que pensabas, aun si no lo quisieras. 

— ¿Disculpa?.— pregunto una confundida Wendy, estaba creyendo que escucho mal, pero esperaba que así no lo fuera.— ¿Podrías repetirlo? 

— Eres muy-- 

— ¡No te dijo nada! ¡Nada de nada!— interrumpió un nervioso Kyle, quien se había mantenido callado hasta ese momento.

— ¡Solo enfócate en sus heridas mujer!— grito con poca paciencia el castaño.

— ¡Por un carajo, Cartman ya cállate!— contesto con molestia la azabache.— Como sea, debí haber escuchado mal.-

¿Coincidencia? No lo creo [𝐒𝐨𝐮𝐭𝐡 𝐏𝐚𝐫𝐤]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora