Guardé entre mis pertenencias, un rizo de tus cabellos, que se convierte en destello cuando el sol lo ilumina, teniendo sed de tu risa corrí a buscar aquel rizo para alumbrar el camino que me lleve a tu destino.
Busque en la oscura sombra, un rastro de tus caricias, caminando muy deprisa hasta encontrar tu reflejo guiada por el destello del rizo de tus cabellos, busque entre cielos y mares, entre tierras y desiertos para encontrar la mirada que estremece mis anhelos.
Después de pasar los valles, las savanas y los montes, encontré en el horizonte el rastro de tu reflejo y corrí con mucho empeño hasta llegar a tu puerta guiada por aquel rizo que robé de tu melena.
Toqué con mucha insistencia la puerta de mis anhelos, navegando entre las ondas que forman grandes destellos, y me hundí entre tus olas, espirales de deseo, descansando entre los rizos que me atrapan entre sueños.