UN MONSTRUO EN EL ARMARIO

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"Mamá, hay un monstruo en el armario", decía Gorgorito a su madre, pero ella nunca le creía, 

solo comentaba que tenía demasiada imaginación. Por las noches, después de que ella le diera

 un beso y apagara la luz, empezaban a surgir extraños ruidos del interior del armario 

empotrado que había en su habitación.

Primero oía lo que parecían gruñidos apagados, como si estuvieran muy lejos, pero poco a 

poco se iban acercando. Luego escuchaba golpes en la puerta del armario, como si el 

monstruo pidiera permiso para entrar.

Aquello no podía continuar así. Gorgorito tomó la decisión de que había que afrontar los 

miedos y solucionar el asunto. La noche siguiente simuló acostarse, pero salió de la cama en 

cuanto su madre se marchó. Se puso la chaqueta por encima del pijama, tomó su espada de 

pirata y abrió la puerta del armario.

Tras respirar profundamente entró en el interior y, de improviso, sintió una corriente de aire. 

Apartó la ropa que estaba colgada y vio una abertura en el fondo. Avanzó, se asomó y 

descubrió un pequeño pueblo entre los árboles de un bosque. Al fondo se distinguía el mar y 

un barco pirata. Aquel lugar le pareció familiar...

En ese instante sintió una zarpa sobre su hombro y Gorgorito dio un respingo. "Todo lo que 

existe aquí es fruto de tu imaginación", dijo el monstruo peludo sonriendo y mostrando dos 

hileras de dientes. "Tenía muchas ganas de conocerte, por eso llamaba a tu puerta", le explicó.

Desde entonces, Gorgorito y su nuevo amigo vivieron grandes aventuras explorando aquel 

lugar mágico donde sus fantasías se hacían realidad.

HISTORIAS DE TERROR PARA NO DORMIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora