Bien te creo, pero ellos no.— ¿Sabes que esto es serio, verdad?— hace una pausa y continúa— estás implicada en un caso de asesinato.
— eres la principal sospechosa—-continúa.
Si antes estaba asustada, ahora estoy asustada y nerviosa. No sé lo que sucede, todo esto pasó muy rápido y la mujer frente a mí hace que quiera llorar.
Así que hago lo único que sé hacer.— ¡Yo no fui! — respiro profundo— yo sólo caminaba y pasé por allí, alguien tenía un arma, y...ha-ha-bi-bia...u-un
Estoy lo bastante asustada recordando el suceso como para hablar claramente, ella se levanta de su silla y se acerca a mí intentando tranquilizarme.
—tranquila, respira conmigo— dice suavemente— inhala, exhala, eso es, lo haces bien.
Trato de hacer lo que ella dice, pero ya no aguanto más, rompo en llanto y empiezo a gritar.
—¡Habían sesos en la pared!¡Tenía un puto hoyo en la cabeza¡ — grito aún más fuerte.
La mujer es una detective de treinta y tantos años, de aspecto pulcro y recto, castaña con estatura media, debería ser capaz de entender que una adolescente como yo apenas es capaz de matar una mosca.
—¡Está bien!— grita y me mira de manera suave— bien, te creo pero ellos no.
La miro, no se a que se refiere y ahora tengo mucho más miedo que antes, esto no era lo que buscaba. Sólo quería algo interesante, no esto.
—Eva —dice con preocupación.
—Es Eve, no Eva —digo en un susurro.
—Eva —vuelve a decir, ignorandome —sé que no fuiste tú, lo veo claramente, pero ellos no lo ven así, necesitan alguien a quien culpar, eres la única sospechosa.
Las líneas en su frente se arrugan aún más, tiene los ojos pequeños, pero una frente muy amplia. Trato de no mirar su frente y preguntar lo que hace unos segundos iba a preguntar.
—¿Quién? —digo
—mis superiores —dice disgustada — la víctima era una persona muy importante, un senador.
Esto es feo, soy muy joven para ir a prisión y se lo hago saber.
—no pueden encerrarme si yo no fui, aún no acabo la prepa — digo suplicante.
Se sienta nuevamente en su silla frente a mí y pone los codos sobre la mesa, parece abatida.
—Lo sé —susurra.
Me mira angustiada, parece que la hago miserable, yo debería estar en casa viendo una maratón de The big bang teory o leyendo alguna saga. Pero estoy aquí, en una habitación vacía con sólo una mesa y dos sillas, ah y una botella de agua sobre la mesa que aún espero que me ofrezca.
Tengo un novio imaginario en casa y un gato gruñón que alimentar, mis padres deben de estar preocupados, ya soy demasiada decepción para ellos y ahora sumarle esto, claramente estoy jodida.
—bien, haremos algo.
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Literalmente no es un cliché
Novela JuvenilEva acaba de cumplir 17 años y como ella bien sabe esta es la edad en que las cosas interesantes suceden, o bueno, tal vez sólo en los libros. Pero ella está ansiosa como toda adolescente lectora de romance a que estás cosas interesantes ocurran. N...