Alzaste orgullosa el sobre rosa pálido sobre tu rostro. Los pequeños detalles hechos con bolígrafo de gel y el hermoso nombre de Tendō escrito en cursiva bajo el pliegue sostenido por una pegatina de calavera le otorgaban tu firma personal.
El día de hoy era especial, “Hanahaki” fue el nombre acordado al día en dónde las chicas del Shiratorizawa se confesarían a su amor de instituto.
─── Las rechazadas portaran una camelia en su oreja derecha y las correspondidas un cerezo en su bolsillo del pecho.
Así acordaron identificar a las víctimas del Hanahaki, pero no serías parte de ellas.
La noche de ayer la pasaste elaborando la carta perfecta para el regalo perfecto. No por nada investigaste semanas antes aquel manga del que Tendō se negaba hablarte por lo genial que era—cosa un poco rara de su parte—pero gracias a Semi lograste llevar acabo tu cometido.
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─── ¿Estás segura de que de verdad quieres confesartele a Tendō?───Preguntó con un tono extraño.
─── ¡Por supuesto! Llevo siendo amiga de Satori dos años.───Conectaste mirada con él───Estoy dispuesta a arriesgarme.
A pesar de divisar una inquietud extraña en su rostro, Semi te sonrió.
─── Está bien.
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El recordar el semblante de malestar del cenizo provocó que un nuevo nudo en su estómago se hiciera presente, “¿Por qué me miró así?” pensaste unos segundos pero el sonido lejano de la campana te hizo olvidar cualquier inquietud.
A lo lejos yacía Tendō junto a varios chicos del grupo de Voleibol, entre ellos Semi.
─── Satori───Llamaste y Tendō de inmediato volteo a verte sonriente.
─── (N)-chan~ ¿Qué pasa? Hace semanas que no vienes a verme a los partidos de prácticas, hablas con Semi y te vas───Codeó al nombrado en broma, recibiendo una mirada incómoda de su parte.
La mantuvo desde que te vió llegar a lo lejos.
─── Satori, te he traído esto───Le entregaste con claro nerviosismo aquel bonito empaquetado, el cuál inmediatamente tomó───, y esto también───Acercaste hacía él la pequeña carta rosa por sobre la mesa.
Cualquier sonrisa o indicio de felicidad en la faz de Tendō se disipó y en su lugar, un semblante frio de impiedad se hizo presente.
─── No me gustas, (N).
Y nuevamente, la mirada de angustia de Semi se posó sobre el desazón de tu mirar y corazón.
─── Si, las camelias no son tan malas después de todo.
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;; Lo sé, está súper corto pero estoy en un bloqueo y apenas saliendo de un bajón horrible.
Aprovecho para decirles que ✨✨ HAGO PEDIDOS ✨✨ si tienen alguna sugerencia o escenario con gusto la tomo!
