Baekhyun podía considerarse como el estereotipo de persona que ama los aromas dulces y fragantes, el orden, y por supuesto la limpieza. Pero talvez su clasificación estricta sobre el objeto en su debido puntero, pueden verse volcándose el día en qu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
De los árboles grandes y de troncos marrones, ya empezaban a brotar los delicados pétalos rosa de la primavera. Siendo estos los que creaban ondas que se desvanecían según la agilidad de las brisas y su comportamiento.
El hermoso y redondo farol lunar, ya había sido encendido sobre el manto oscuro de la noche; siendo recibido por sus más fieles compañeras las estrellas, quienes en su compañía bailaban para decorar un tintineante cielo nocturno.
Sus cabellos castaños como el vivo caramelo, se empezaban a hacer traslúcidos ante las extrovertidas luces de Seúl, aquellas que coordinaban en cuanto a colores y cantidades. Porque su ambiente y paisaje estaba siendo de noche; las estrellas brillaban y las bocinas de los autos acordaban ante el escaso tráfico de las calles. Algunas personas caminaban en las calles y otras simplemente disfrutaban de los carteles fosforescentes y llamativos que rodeaban a toda la ciudad.
—Aún recuerdo la primera vez que me cargaste hasta casa.—canturreó el más bajo, descendiendo la mirada para ver sus manos entrelazadas con las de Chanyeol.
Quedaban a la perfección, sus dedos finos unidos con la mano grande y perfecta de Yeol.
El alto por su parte soltó una pequeña sonricilla, mientras seguían caminando juntos por las calles con un destino oculto por parte de este. Ese día cumplían un mes de pareja, habían pasado las suficientes cosas como para saber que estaba más que enamorado de ese chiquillo.
Ese día se les concedió estar juntos, salieron a comer y tomaron algunas fotos, se divirtieron y rieron de las cosas de la vida. Chanyeol estaba feliz y seguro de haber elegido a Baekhyun correctamente.
Baekhyun le permitió conocerle más a fondo, y cuando hablaba de más a fondo, lo decía con todos los dobles sentidos incluidos. Al principio se había negado a dar ese paso tan pronto, porque quería tratar al castaño como el verdadero príncipe que era, pero fue el mismísimo Baekhyun quien le pidió hacerlo. Más aunque Chanyeol no era hombre de romances cursis, acabó tratándolo como todo un rey debería ser tratado. Y es que no era pasión salvaje la que les recorrió esa vez, sino fue amor; un amor fuerte como una flecha que fue conducida directamente hasta el corazón del chico. Un sentimiento totalmente fuerte que le hizo recordar ese momento con apreciación, tanto que podría quizás catalogarse como el orgasmo más dulce que Chanyeol había tenido en su vida.
Pero no fue lo único, Chanyeol también conoció a su madre. Era un dulce mujer de belleza joven y actitud madura; sip, al inicio su queridísima suegra lo interrogó peligrosamente porque según ella, el aspecto de Chanyeol decía mucho y creía cosas más lejanas.
"Quiero boda antes de que quieras hijos con mi pollito."
Si, había dicho ello, y ¿Se preguntarán porqué, no? Pues el comportamiento un tanto cohibido de Baekhyun, hizo a su madre volar de mente. Pero no queda de fuera que ciertamente al final, luego de aclarar su relación de novios, la mujer le agradó. Y supo que fue mutuo pues tras expresar sus sentimientos con la mayor, esta misma lo invitó a cenar con la familia completa en alguna noche; incluso el mismo día preparó una tarta de fresas para ambos mientras hablaban sobre cosas triviales e importantes.