—Bien chicos y chicas, ahora vamos a iniciar con unos cuantos estiramientos para la nueva rutina que nos espera, ¡Animo!—Sandara sonrió ansiosa para empezar a indicarles a cada uno de sus alumnos sobre las formas en que debían poner en práctica sus estiramientos.
El primer ejercicio consistía en inclinar el cuerpo hacia la derecha para conseguir estirar ambos brazos y tocar al mismo tiempo la punta de sus pies, haciendo esto con el lado contrario después.
La clase era normal y tranquila, todo parecía estar en su coordinación habitual, menos el castaño ensoñador.
El beso que Chanyeol le entregó seguía presente en sus pensamientos, desde el día realizado hasta los dos dolorosos fines de semana en que vivió enamorado como una mariposilla volando sobre un enorme y extenso campo verdoso.
Para suerte de su corazón, no había visto al alto en toda la mañana desde su llegada, incluso le preguntó a Wendy quien le atacó con su mirada burlona y acusadora, pero que al final acabó diciéndole que aún no llegaba porque su turno empezaba más tarde. Ya que tampoco era el entrenador de su área, pues su más no recordaba le explicó que solo coordinaba cuando necesitaba ayuda su entrenadora, y de vez en cuando visitaba para supervisar.
Sentía la ausencia en su ser, lo cual estaba mal o tal vez bien. Aunque no eran pareja y eso le abrumaba en demasía, porque estaba cayendo coladito por ese tipo alto y guapo que ni cuenta de como se perdía su dignidad se estaba dando.
Todo sus pensamientos se estaban acumulando en su pequeña cabecita, a tal grado que se distraía con facilidad y ello le conllevaban a perder el ritmo de lo que Sandara decía.
—Tu chico de cabello castaño, ¿Tienes problemas para lograr el estiramiento de músculos?—le preguntó la chica, acercándose hasta donde él con su ropa elástica y de fibras fuertes para entrenamientos especiales.
Las miradas no tardaron en caer contra él, lo mismo que le causó cierta vergüenza por esta siendo el centro de atención que no deseaba ser en esos momentos. No porque no podía hacer el ejercicio tan fácil para todos, pero era imposible tampoco es que como si se la pasase toda su vida estirando su cuerpo como para hacerlo con la misma facilidad que todos.
Un tanto apenado bajo la cabeza para musitar un pequeño perdón me desorienté , uno que la mujer frente a él acusó con la mirada y el ceño levemente fruncido.
—Hemos estado practicando esto por semanas ¿Como no puedes hacerlo?—interrogó acusante, y Baekhyun quiso decirle que apenas se había instalado en la clase porque era verdad, pero la vista de todos sobre él y los murmuros que hacían le estaban presionando en su totalidad como para buscar una fuga entre las personas.
Hasta que su salvado traspasó las puertas del gimnasio y se adentró en la habitación con su mochila en el hombro que no dudó en dejarla dentro de los casilleros del lugar. Su vista paró rápidamente sobre él, tratando de pedirle ayuda porque sinceramente no sabía a quien pedirla.
—Te hice una pregunta.—demandó de nuevo la chica.
Y eso fue suficiente para que Chanyeol se diera la vuelta y caminara hasta donde los alumnos de la clase escuchaban y murmuraban en un circulo que rodeaban a un pobre e inofensivo Baekhyun.
—¿Está todo bien?—hizo su pregunta con sutileza, regalandole a Baekhyun una sonrisa gentil mientras sostenía una botella con agua pura y fresca. Luego desvió el rostro hasta donde la entrenadora enojada.
—No tan bien, llevamos practicando desde hace mucho con los estiramientos y este chico de aquí aún no los tiene aprendidos.—justificó con el brazo en la cintura.
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糖果 •{ChanBaek}•
Roman d'amourBaekhyun podía considerarse como el estereotipo de persona que ama los aromas dulces y fragantes, el orden, y por supuesto la limpieza. Pero talvez su clasificación estricta sobre el objeto en su debido puntero, pueden verse volcándose el día en qu...