Ciclos Lunares [Omegaverse] °Sett X Aphelios°

Luna Menguante

Sett

Sali de la habitación en busca de los desgraciados que habían intentado propasarse con Phel. Volví a aquel almacén, encontrándome con 3 personas paradas frente al hombre que golpeé, intentaban levantarlo con delicadeza, mientras este les insultaba con despecho.

- Malditos inútiles, no pueden hacer nada bien cuando se les pide – El alfa se zafó de su agarre causando que uno de los que le sostenía su peso se tambaleara casi cayendo sobre el suelo, siendo evitado por sus otros dos compañeros.

- Hey, tu pedazo de mierda – Dije con enojo, mi llamada hizo que volteara rápidamente hacia mi posición – He vuelto por ti, bastardo.

- Has vuelto, ¿Qué quieres ahora? ¿Robarme uno de mis omegas? Ya con el tuyo debería bastar.... o será que el no es suficiente para ti.... – Sonrió con malicia.

La sangre comenzó a hervir en mis adentros, aquel hombre merecía mas que una simple golpiza.

- Deja a Ph....- Me detuve en seco al casi revelar el nombre de mi compañero - Deja a mi omega en paz, el es mucho mejor que todos los alfas de este maldito barco, en especial – Me acerqué a el – Es mucho mejor que tú. – Lo señale con desdén.

Las feromonas de ambos comenzaron a hacerse presentes en la habitación, luchando por predominar. Aquellos omegas parecían desconcertados de que hacer ante esta situación.

- No hagan nada de lo que se puedan arrepentir, por favor – Dije amablemente dirigiendo mi mirada a los 3 pobres omegas opacados y asustados por las feromonas que estaban inundado cada centímetro del lugar.

- No les digas que hacer a mis omegas – El hombre más pequeño salto hacia mi con intenciones de comenzar una batalla.

- Magnifico – Exclamé emocionado – Una pelea genuina, hace mucho no tenia una. Venga, va, da tu primer golpe.

Me posicione esperando su primer golpe, pero fue esquivado con facilidad.

- ¿Eso es todo? – Pregunté algo decepcionado.

- Acabare contigo – Volvió a atacar.

- Dudo que puedas hacerlos pedazo de basura, pero inténtalo.

La lucha duró unos cuantos segundos más hasta que decidí terminar al tomar al sujeto del cuello con fuerza, evitando que pudiera escapar de mi agarre constante.

Me acerque a los 3 omegas acinados en una esquina del cuarto, expectantes de lo que podría pasarles a ellos después que a su pareja.

- Oigan – Al decir aquello los 3 se alejaron más de mi persona, siendo mas imposible por la pared detrás de ellos. – No quiero hacerles nada, solo necesito saber si están bien – Esta vez me acerque a ellos sin que se movieran ningún centímetro más.

- Déjalos – Susurró aquel despreciable hombre, aun intentando zafarse de mi agarre.

Ignorando las palabras antes dichas, fui directo a las personas delante mío, revisando si estaban con heridas o alguna enfermedad, pero parecían estar bien, parecían..... hasta que pude divisar varias marcas de mordiscos en sus cuellos y hombros descubiertos por la poca ropa harapienta que llevaban.

- Estás no son solo tus marcas, ¿verdad? – Pregunté con molestia, sospechando algo que esperaba no fuera correcto.

- Claro que no, estas joyas son una buena inversión para varios de mis clientes más poderosos – Rio por lo bajo.