Camille
Arrojo agua sobre mi rostro para luego secarme con una toalla. Mis ojos se encuentran con mi reflejo en el gigantesco espejo que tengo en mi baño.
Mierda.
Mi piel se calienta levemente y puedo sentir la electricidad recorrer mi cuerpo. Suspiro profundamente cerrando los ojos, esto es lo último que necesito. Creí que estaba mejorando en eso de controlar mi jodidos poderes, pero al parecer no lo puedo lograr.
Necesito pensar con claridad. Volver a Gotham no es una opción para mi y encontrar a Pamela tampoco, ella va a matarme por haberlos traicionando la última vez, tengo que encontrar una cura para mi condición y tiene que ser rápido.
Un golpeteo en la puerta me hace salir de mis pensamientos.
—Cami — la voz de Jason llega a mis oídos —¿Te encuentras bien?
—Si, todo bien aquí — respondo tratando de sonar convincente.
—Te espero, tenemos que hablar.
—Salgo en un minuto — aseguro.
Le hecho un último vistazo a mi reflejo antes de suspirar y tomar la manija de la puerta para salir de allí.
—¿Todo bien? — pregunta en cuanto me ve.
—Más que bien — sonrío —¿De que tenemos que hablar?
—Necesitamos volver a Gotham — anuncia. Un nudo se forma en mi estómago cuando esas palabras salen de su boca —. Hace dos meses Bruce no aparece, luego de una pelea con Nygma desapareció y no se pueden volver a cominicar con él.
—¿Qué? — mi corazón se detiene —¿Dos meses, Jason? — pregunto sorprendida —¿Por qué nunca dijieron nada?
—Dick, no queria preocuparnos.
—Mierda — maldigo —. Eso es mucho tiempo, nunca se ausento tanto.
—Lo se — asiente —. Debemos volver cuanto antes, Camille — suspira acercándose a mi —. Se que es difícil para ti, pero te necesito conmigo — toma mi cara con sus manos haciendo que mis ojos se enfoquen en los suyos. Puedo ver el miedo que esto le causa, Jason no lo admitirá en voz alta jamas, pero le aterra que algo malo le haya sucedido a Bruce y por dentro a mi también. Sin Batman, Gotham estará en ruinas.
—Claro, Jay — respondo —. Te seguiría hasta el fin del mundo, lo sabes.
Sus labios tocan suavemente los míos. Puedo sentir como la piel de mis mejillas se calientan levemente, pero no quiero detenerlo.
Cada vez que Jason me toca por más tiempo de el necesario mi cuerpo comienza a hacer esta cosa extraña y mi sangre comienza a hervir en mis venas, tengo miedo de lastimarlo y no puedo controlar mis reacciones, odio tener que detenerlo cada vez. Lentamente se separa de mi dejando caer sus manos a los lados de su cuerpo.
—Lo siento — murmuro.
Mi piel vuelve a su temperatura normal y mis mejillas ya no arden, mi corazón ya no se vuelve loco y las mariposas en mi estomago ya no están más. Mi prometido no puede poner sus manos encima de mi sin que yo me vuelva una masa caliente de energía dispuesta a quemarlo.
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Red Hood #1.5 » Jason Todd
Teen Fiction«No te dejaré, aúnque eso signifique tener que morir por ti » ©xNightStxrx 2020