❝Es Correr o Morir❞
El laberinto B, donde habitan solamente mujeres hay llegara una chica y consigo ciertos problemas creara como por ejemplo el primer chico del área, ella con sus amigas resolverá el enigma del laberinto para liberar a sus amigas...
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– No importa cuanto tarde en encontrarte, lo haré lo prometo –grito un chico mayor que era llevado lejos – ALEX...
Esa sensación de sentirse ahogada, le hacia difícil respirar a Mirina, el agua llenando sus pulmones, solo veía aun chico suplicante que la liberaran
– Mirina... – escuchaba la voz de un chico pero este era diferente al que había soñado, solo recordó ese color avellana de sus ojos que corría a sus brazos para abrazarlo
– Mirina... CRUEL no es bueno y nunca lo será – dijo el de ojos azules aquel llamado Aris – Todo cambiara, intenta hacerlas que confíen en ti
En un espejo se veía todos los golpes que le habían dejado, la practica era de cuchillo y varios cortes estaban en sus brazos
– Oye, vas a estar bien – dijo el chico de ojos color avellana
– Aun duelen – dijo ella que derramo una lagrima, el chico acariciaba con delicadeza sus brazos haciendo que Mirina tuviera una sensación ante aquel tacto
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Despertó y lo primero que hizo fue mirar el laberinto como supuso Miyoko y su compañera se habían ido en busca de una salida, observo a Raquel que susurraba algunas frases que no tenían sentido pero se sorprendió al escuchar el nombre de "Aris", las primeras horas de la mañana pasaron como el día anterior con el entrenamiento y la practica de tiro, después era hora del desayuno, todas comían fruta o avena con manzana.
Comenzó sus practica en la jardinería donde fue recibida por Ximena, quien llevaba sus artículos de jardinería en mano
– Hola Mirina, bueno primero necesito que hagas unos hoyos en la tierra para sembrar las semillas – dijo entregándole una pala de mano, así fue como Mirina hizo los hoyos y le entrego unas semillas – Muy bien astilla, ahora ve por agua al estanque – dijo lanzándole una cubeta
– Bien, ¿Dónde esta? – le pregunto a la encargada
– En el bosque – respondió obvia
Mirina caminaba recordando aquel sueño, ese chico que la había hecho sentir segura esa sensación eléctrica, un vez en el estanque pudo por primera vez ver su apariencia su cabello color negro con algunos destellos castaños y un poco ondulado; recolecto el agua que necesitaba y regreso a los cultivos, ayudando a regar la nueva cosecha
