Segunda oportunidad

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“-Disculpa. Hola- titubeo algo tímido deteniéndome a medio escalón sin quitarle la vista de encima, esta vez no lo perderé- ¿Puedo… hacerte una pregunta? Soy nuevo aquí- el chico gira hacia mí. Las personas siguen pasando alrededor de nosotros solo que el ruido se ha desvanecido por completo, como si en realidad no estuvieran. No alcanzo a distinguir su rostro porque en ese momento bajo la mirada al suelo, ahora solo veo unos zapatos exactamente iguales a los de todos en este colegio. Hago el esfuerzo de levantar la vista pero simplemente no lo logro.”
“-Mi nombre es…”
-Y luego desperté- me tiro hacia atrás abriendo las manos como si una caja de confetti hubiese explotado en mi cara. Observo a Mercedes pero ella sigue esperando una continuación a pesar de lo que dije y mueve las manos como alentándome a seguir hablando- Mercedes, me levanté antes de oír su nombre.
-Hell to the no, eso no pudo ser todo- niega con el dedo índice levantándose de su lugar- tienes que volver a ese lugar y buscar salón por salón hasta encontrar a ese chico- ordena apuntándome con una mano y la otra la pone en su cadera. Creo que se tomó muy en serio esto.
-¿Qué? No, tuve suerte de que no me descubrieran, estaría loco si volviera allí- frunzo los labios al terminar de hablar y Mercedes me mira retadoramente levantando las cejas.
-Kurt, que tal que es el amor de tu vida-dice suavemente mientras vuelve a sentarse a mi lado para poner su mano sobre la mía- los sueños siempre tienen un significado.
Y es algo que no puedo negar, cuando desperté por la mañana me sorprendí al darme cuenta de que fue un sueño. Todo se sintió como si realmente estuviéramos ahí, aún ahora puedo describir las sensaciones exactas que tuve en ese momento. Fue… extraño.
-Ves demasiadas películas de amor- aparto mi mano en un movimiento- a pesar de tus teorías descabelladas, tengo que ir, le prometí a los chicos información sobre ellos.
Vuelvo la mirada hacia ella para verla celebrando en secreto mi respuesta, suspiro con una sonrisa pequeña en el rostro y Mr. Schue aparece por la puerta con un montón de papeles en mano.
-Espero estén listos para el reto, mañana iniciamos con las chicas. Ya quiero ver lo que harán- Will camina hacia ellas para discutir algunas cosas pendientes con el vestuario. Si me tuvieran en su equipo no tendrían que preocuparse por absolutamente nada, Hummel se encargaría de todo.
La clase se convierte en hora libre para seguir adelante con el orden de nuestra presentación así que me siento con los chicos a escuchar sus horribles ideas. Al final del día termino por elegir la canción para el reto y evidentemente los chicos aceptan.
-Recuerden chicos, no se puede repetir lo que pasó en el capítulo de Vitamina D- comenta Brittany de manera seria e inocente a la vez. Hace unas cuantas semanas comenzó a hablar de nosotros como si estuviéramos en un programa de televisión- aunque es uno de mis capítulos favoritos- sonríe mirando a la nada, orgullosa de lo que dijo.
Observo a los demás y parece ser que estamos igual de confundidos.
-Alguien tiene que detener esto- susurro cerca de Tina, quien sólo asiente sin mirarme.
-Totalmente Britt, me encanta- Santana contesta siguiéndole la corriente antes que alguien más la contradiga.
-Mentirosa, tú no lo has visto- la rubia rápidamente la ve con decepción negando con la cabeza. Muy bien, suficiente Glee Club por hoy.
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Rocío un poco de spray en mi cabello, el día ha estado agitado pero eso no es excusa para no verme presentable. Guardo la lata de fijador en mi casillero, saco algunos libros y cierro para dirigirme a la última clase. En cuanto doy unos pasos choco de frente con una chica, allá va mi cabello perfecto, respiro hondo abrazando los libros con fuerza. Es bajita, rubia y algo regordeta.
-Oh.. perdón Carson, iba distraída con la cámara- golpeo mentalmente mi frente, es que no hay manera de confundirme con mi hermano. Sí, somos físicamente iguales, pero nunca verás a Carson con una boina o un suéter a la rodilla- es que se me cayó en el otro pasillo y no quiere enfocar- sigue hablando al mismo tiempo que presiona la mayoría de los botones- ¿me ayudas? No quiero descomponerla, mi padre no me comprará otra. Esta es la cuarta del año - extiende su cámara hacia mí esperando que la reciba y me analiza brevemente de arriba abajo.
Un momento, yo la conozco. Ella está en The Writer’s Club, sabía que su rostro me era familiar.
-No soy Carson- respondo amablemente tomando la cámara- ¿eres amiga de él?- desvío la mirada para leer las opciones del aparato.
-Sí, creo… supongo- duda varias veces entrecerrando los ojos- soy Malerie, no recordaba que Carson tiene un gemelo, como nunca habla de ti.
Nada raro viniendo de él.
-Kurt- me presento devolviendo la cámara después de solucionar el problema- listo, no tendrás que gastar en la quinta por ahora- fuerzo una sonrisa apenas visible.
-Gracias, por cierto, ¿has visto a Carson? Le tengo buenas noticias, conseguí que algunas personas entraran al club de escritores. No puedo esperar para decirle- la chica me cuenta como si fuéramos mejores amigos manteniendo una sonrisa amplia en el rostro.
-Estará feliz por primera vez en su vida- pienso en voz alta y cuando me doy cuenta la miro inmediatamente- no quise decir eso.
-Está bien, tienes razón- le resta importancia encogiéndose de hombros- por eso mismo ya quiero que lo sepa, a él le hace mucha ilusión este Club, es su pase…
-Para la universidad, lo sé- interrumpo terminando la oración por ella.
-Quizá también para hacer amigos o demostrar lo talentoso que es escribiendo- vemos a Carson al final del pasillo, Malerie se despide con la mano y corre a alcanzarlo. Está en todo su derecho, mi hermano es demasiado escurridizo y silencioso, nunca está al pendiente del celular y vive dentro de una libreta.
Probablemente es por ello que no nos entendemos, yo vivo en este mundo ruidoso de música y baile donde nos expresamos frente a todos abiertamente, y él en su propio universo callado, con acceso restringido al exterior.
Intenté convencerlo de que entrara a Glee Club conmigo, sabe cantar casi tan bien como yo, lo sé porque años atrás solíamos cantar juntos en las fiestas familiares que papá organizaba. Okay, yo las organizaba, pero la idea era de él.
Sabe bailar, y no me refiero a sacudir los hombros o hacer círculos con las manos como yo, en serio sabe bailar, tomamos clases juntos porque yo no quería ir solo, así que lo arrastré conmigo a cada una de ellas. Y resultó ser un gran bailarín.
Hasta que descubrió su verdadera pasión, escribir. Desde ese día lo perdimos para siempre, en el buen sentido, porque estoy feliz por él, hace lo que le gusta, ambos lo hacemos, pero se cerró a mí cuando entendió que éramos tan diferentes. Ojalá no lo hubiera hecho.
Recargo la espalda sobre los casilleros viendo a la chica llegar hasta  el castaño, Carson se dobla la manga de la camisa mientras Malerie salta en su lugar emocionada, es de suponer que ya le dio la noticia porque lo veo soltar su camisa quedándose congelado por un minuto hasta que comienza a brincar al mismo tiempo que ríe con la rubia tomándola por los hombros para después abrazarla.
Para cuando me doy cuenta, tengo una sonrisa esbozada en el rostro, uno no ve esto todos los días. No así.
Es un milagro.
Si Carson me hubiera visto, no habría sonreído siquiera al escucharlo solo por el hecho de yo estar presente. Repito, no me odia, ni yo a él. Es complicado de comprender, pero en palabras sencillas, es el ser humano más introvertido que pueda existir.
Esta no ha sido su semana, por lo regular nos llevamos… normal.
Sostengo con firmeza mis libros y camino a clase perdiéndolos de vista.
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-Dude, lo dijimos de broma, no tienes que aparecerte por Dalton.
¿Por qué nadie dijo que era una broma? Eso habría evitado gran parte de un pésimo día ayer. Me dejo caer en uno de los asientos llevando una mano hacia mi ceja.
-¿Y no se les ocurrió aclararme eso antes?- paseo la mirada en todos los chicos, Mike se escuda volteando hacia otro lado, Sam parece dispuesto a hablar pero finalmente no lo hace, mientras que Puck y Finn discuten con la mirada qué hacer.
-No creímos que lo tomarás tan literal- responde Noah indiferentemente dándole vueltas a un lápiz sobre el escritorio- pero no importa- termina hablando Finn.
-Claro, porque ustedes no fueron hasta Westerville con tal de arriesgarse por el equipo- suelto con rabia en la voz levantando los ojos al techo, respiro hondo y suelto el aire en un intento de recuperar la serenidad- pero ignorando ese tema, debo decir que es un buen inicio para conocer a nuestros rivales, que mejor que invadirlos sin que lo noten- ladeo la cabeza con una sonrisa de complicidad.
-Si eso significa que no pondrás plumas en nuestro vestuario, adelante- no hay nada malo con las plumas, amenazo a Finn con la mirada.
-Bien, les haré saber cualquier cosa- tomo mi maletín y abandono la banca en la que estaba sentado abriéndome paso hasta la salida de McKinley High.
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Mantén la calma Kurt Hummel, es tu segunda oportunidad y todo saldrá como lo planeaste, es más, hasta hiciste una chaqueta muy parecida a la del uniforme y usas unos zapatos similares a los de ellos, no olvidaste los detalles esta vez, todo será perfecto.
Hablo solo para animarme antes del gran momento, el cual no debería ser importante pero por algún motivo siento que lo es. Camino nuevamente entre los alumnos de Dalton Academy, hoy no van corriendo hacia la misma dirección y el tipo de ruido que no te deja ni escuchar tus pensamientos tampoco está, la calma domina el lugar entero.
Un tipo me mira raro y ahí se pierde la seguridad que había construido mentalmente desde que salí de casa, ¿será que se dio cuenta que no soy de Dalton? Podría ser parte de los Warblers y si les dice estaré en problemas, debería irme.
No, no pensaré en eso, ya estoy aquí. No hay vuelta atrás.
Demonios, no busqué dónde está el salón de coro, aparentemente sí olvidé algo y fue precisamente lo más importante. No hay otra opción más que encontrarlo por mí mismo.
Recorro los pasillos, uno por uno, salón por salón como Mercedes me dijo que hiciera. No le diré que literalmente lo hice porque se burlará de mí, me dirijo resignado al último pasillo antes de pasar por las enormes escaleras, interrumpo unas 3 clases más al abrir las puertas para ver si es el salón correcto, pero no.
El sonido del timbre retumba por el colegio y en cuestión de segundos los pasillos están apretados de tanta gente, sin más, me acerco sin pensarlo a un chico, es ahora o nunca.
-Disculpa, ¿puedo preguntarte algo?- toco su hombro para obtener su atención ya que está hablando con otro chico. Me mira seriamente por encima del hombro para luego quedar frente a mí.
-Tenemos una conversación pendiente Jeff, nos vemos en el ensayo- se despide de él y centra la mirada en mí. ¿A qué ensayo se refiere?- ¿En qué puedo ayudarte?- sonríe mostrando los dientes, parece un sujeto amable.
-Soy nuevo aquí, estoy un tanto perdido- tartamudeo al hablar, me siento intimidado estando fuera de McKinley.
-Lo noté cuando interrumpiste mi clase- cubre su boca al reírse- no te preocupes, es normal, la academia es un laberinto- suaviza al verme inquieto y apenado por su primer comentario.
-Soy Kurt- extiendo mi mano para saludarlo.
Debo dejar de saludar a las personas de mi edad de esta forma, pero ahora no tengo tiempo para pensar en mis movimientos. El chico lo piensa un segundo pero finalmente me da un apretón de manos sin dejar de sonreír.
-Un gusto, mi nombre es Sebastian.
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Espero les guste el segundo capítulo.

Struck by HummelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora