I forgive you ☾ larry [2ª temporada de I'm sorry]

nueve

Jamie se había ido.

Dante se había ido.

Louis y Harry, a pesar de que dijeron para verse al día siguiente, no lo hicieron, ambos necesitaba un tiempo para pensar, aunque esperaban que no fuera mucho.

Harry había tomado la decisión de quedarse definitivamente en Doncaster, aunque tendría que ir a Canadá por sus pertenencias, pero realmente para él aquello era lo de menos, aún no había planeado el viaje y por el momento no lo haría.

Louis se había acercado más a su madre y había tratado de hablarle sobre Harry, aunque no tenía mucho éxito, el castaño se había propuesto conseguir trabajo para ayudar con las cosas de casa y sus nuevos audífonos.

Ambos estaban haciendo su vida separados en aquellos días, pero pensaban él uno en el otro esperando verse de nuevo.

Harry había pedido ser incorporado en el hospital, pero la respuesta seguía pendiente, aquel lugar le traía muchos recuerdos.

Había recibido llamadas de Jamie y mensajes, los cuales el contestó y también solía llamarlo para saber cómo se encontraba, hasta que un día el ya no pudo hacerlo, Jamie no lo había vuelto a llamar ni a mensajear y Harry sabía que aquello era lo mejor, para ambos.

A diferencia de Louis, que recibía insistentes llamadas y mensajes de Dante los cuales ignoraba rotundamente y estaba harto de que este insistiera.

Habían transcurrido casi tres semanas desde entonces y Harry se sentía listo. En su mano derecha llevaba un ramo de girasoles, sabía que eran las favoritas de Louis.

Decidió ir a pie hasta la casa del castaño, necesitaba ordenar lo que le diría y como se lo diría. Se sentía muy nervioso, cada vello erizado, pero no dudaba en cada paso que daba.

Cuando estuvo frente a su casa, sus manos temblaron y sintió como se ponían frías, eran pasadas las dos de la tarde y esperaba que Louis estuviera en casa.

Cuando sus nudillos tocaron la madera sintió escalofríos recorrer su cuerpo y más cuando la madre de Louis abrió la puerta, no parecía muy contenta de verlo, pero tampoco tan disgustada como la última vez.

—¿Se encuentra Louis? —preguntó Harry sosteniendo con más fuerza los girasoles.

La mujer barrió su mirada por Harry y terminó en el ramo—. Está trabajando, ¿acaso no lo sabes?

—No hemos hablado recientemente... —titubeó el ojiverde.

—Me sorprende —susurró Johannah—, pasa, llegará en treinta, tal vez.

Harry obedeció, dio un paso adelante cuando la madre de Louis se hizo a un lado.

Pudo sentir el calor del interior de la casa y el intenso aroma del almuerzo que estaba preparando la mujer.

—¿Quieres que...? —preguntó la mujer señalando los girasoles.

—Oh, si, gracias —habló el ojiverde, sintiéndose un poco rígido.

La mujer tomó el ramo y empezó a caminar hacia la cocina, Harry la siguió solo para tratar de entablar una conversación.

—¿La ayudo en algo? —preguntó el ojiverde.

La madre del castaño estaba echando agua en un jarrón antes de colocar las llamativas flores en él. Giró sobre sus pies para mirar a Harry—. No, gracias, tú sola presencia es suficiente —sonrió amargamente.

El mas alto se balanceó un poco no sintiéndose afectado por la actitud de la mujer, entendía como se sentía ella al respecto.

Se quedó en silencio observando a la mujer, recién se había percatado en las vendas que tenía en su mano derecha y como a duras penas trataba de tomar un cucharón.