Desaparecer no estaría tan mal, de igual forma nadie notaría mi ausencia. Desvanecerme, esfumarme, salir volando sin dejar rastro cual polvo que el viento cauteloso se lleva, uno no nota cuando de un momento a otro este se va. No se le extraña, era una molestia después de todo. Soy como el polvo, partículas que son molestas e intolerables las cuales si el viento se las lleva nadie extrañara o recordará su simple e insignificante existencia.