La esposa sustituta del protagonista masculino [1]

Capítulo 124 - ¡Quiero verte dormir! (3)

Chen Xiuqi extendió la mano para acariciarle las mejillas. Pero cuando ella no respondió, él puso un brazo debajo de sus rodillas y la levantó. Su Yaya estaba tan asustada que gritó, sus dos manos rápidamente se cerraron alrededor de su cuello. Él se rió y se inclinó nuevamente para otro beso. Ambos todavía estaban enredados el uno con el otro cuando él la llevó a la sala de descanso, los dos rodaron sobre la gran cama adentro.

Cuando Su Yaya se despertó después de su "ejercicio", ya era la tarde. Después de pasar mucho tiempo en la cama con Chen Xiuqi, se desmayó. Nunca esperó haberse dormido dos horas antes de despertarse.

Mientras todavía estaba medio dormida, notó algunos movimientos fuera de la puerta. La puerta se abrió y entró Chen Xiuqi. Cuando la vio todavía aturdida, se acercó a la cama y la miró. "¿Estás despierto?"

Su Yaya asintió. "Mhm".

"Acabo de terminar el trabajo", dijo Chen Xiuqi, "Despierta, vamos a casa".

Su Yaya extendió sus manos y parpadeó sus lindos ojos hacia él, indicándole que la levantara. "Maridito, llévame!"

Chen Xiuqi sacudió la cabeza hacia ella y dijo en un tono bastante mimador: "Eres como un niño pequeño".

"¡Estoy cansado!" Su Yaya anunció con firmeza. Ella lo miró con sus grandes ojos, claramente acusándolo de ser malo y acosarla.

Chen Xiuqi se rascó la nariz, pensando que ese era el problema que se había provocado. Lo único que podía hacer ahora era cargarla.

Acto lindo: ¡Éxito!

Su Yaya rodeó sus brazos alrededor del cuello de Chen Xiuqi con gran alegría. Ella bajó la cabeza hacia su frente y le dio un beso. "Eres el mejor, esposo".

Chen Xiuqi hizo una pausa por un momento. Entonces, sus labios se curvaron hacia arriba. "No seas travieso o te dejaré caer al suelo".

"No, no lo harías ~". Mientras decía esto, Su Yaya se envolvió alrededor de él como un pulpo con sus dos piernas alrededor de su cintura.

Chen Xiuqi realmente no tuvo más remedio que cargarla así con sus dos manos en caso de que realmente se cayera al suelo.

Con un bebé como Su Yaya, todo lo que Chen Xiuqi pudo hacer fue convencerla de que se detuviera.

Cuando Su Yaya terminó de limpiar, Chen Xiuqi la sacó de la oficina y la llevó a su casa con el automóvil. Todo esto sucedió alrededor de una hora después.

Cuando duermes mucho durante el día, obviamente es difícil dormir por la noche. Su Yaya salió de la ducha y se tumbó en la cama para jugar. Después de que Chen Xiuqi la vio terminar una ronda de su juego, confiscó su teléfono.

"¿Qué estás haciendo?" Su Yaya preguntó con un tono insatisfecho.

Chen Xiuqi era severo. "Ya se está haciendo tarde, deberías dormir temprano".

"No puedo dormir en este momento". Su Yaya extendió sus extremidades sobre la cama y puso una expresión que decía que era reacia a dormir. "Dormí demasiado durante el día".

Chen Xiuqi se dio la vuelta y la presionó debajo de él. Él la miró con un brillo peligroso en los ojos, sus labios formaban una sonrisa. "Como no puedes dormir, hagamos algo significativo".

"No más ..." Su Yaya lo empujó. En su corazón, no pudo evitar preguntarse, ¿por qué tenía tan buena resistencia? Sus huesos estaban prácticamente temblando esa tarde, ¿cómo podía tener todavía algo de energía?

Chen Xiuqi entrecerró los ojos y la miró con recelo. "¿De Verdad?"

"¡De Verdad! ¡De Verdad!" Su Yaya respondió muy rápido, obviamente tenía miedo de que él no le creyera.

Chen Xiuqi la tomó en sus brazos y le dio unas palmaditas en la espalda con sus grandes manos, persuadiéndola nuevamente. "Entonces sé una buena chica y duerme temprano. Ven a verme al aeropuerto mañana por la mañana."

"Bueno." Como el presidente dominante ya había dicho la palabra, Su Yaya decidió obedecerlo y cerró los ojos inmediatamente, tratando de quedarse dormido.

Pasó un minuto, luego dos, luego tres ...

Su Yaya abrió los ojos nuevamente, solo para ver los brillantes ojos negros de Chen Xiuqi. Mirándola fijamente. Ella le preguntó: "¿Por qué no estás durmiendo?"

Chen Xiuqi sonrió y besó sus labios. "Quería verte dormir".

El autor tiene algo que decir: ¡el presidente Chen también es ichiban para seducir a la gente!