Capítulo 123 - ¡Quiero verte dormir! (2)

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Cuando Su Yaya llegó al piso correspondiente, el asistente Chen ya estaba fuera del elevador, claramente la había esperado. Cuando la vio, sonrió y dijo: "Señorita Su, el presidente Chen la está esperando en la oficina. Por favor sígame."

"Lamento molestarte". Su Yaya asintió y lo siguió a la oficina de Chen Xiuqi.

Esta no fue la primera vez que Su Yaya llegó a la oficina de Chen Xiuqi, sin embargo, esta fue la primera vez que lo vio regañar a alguien. Ah, esto no estaba bien, en realidad era la segunda vez. La primera vez que estaba descansando en el salón, escuchó a Chen Xiuqi regañar a An Yuting. Esta vez, Chen Xiuqi estaba regañando tanto al director de marketing que este último no se atrevió a hacer un solo vistazo, probablemente porque los planes de marketing no se hicieron lo suficientemente bien.

Cuando Su Yaya escuchó la voz de regaño de Chen Xiuqi desde el exterior de la oficina, rápidamente tiró del Asistente Chen y le susurró: "Creo que es mejor si esperamos un rato antes de entrar. Voy a sentarme en la sala por ahora".

Después de pensarlo un poco, el asistente Chen estuvo de acuerdo. Silenciosamente trajo a Su Yaya allí y la hizo sentar.

Su Yaya puso su lonchera sobre la mesa y sacó su teléfono, estaba usando Weibo para pasar el tiempo. Después de unos diez minutos más tarde, el asistente Chen se acercó y la llamó. "Señorita Su, el presidente Chen le está pidiendo que entre".

"Bueno." Su Yaya se levantó y siguió al Asistente Chen a la oficina de Chen Xiuqi con su lonchera.

En la oficina, Chen Xiuqi se había quitado la chaqueta del traje, también se quitó la corbata con el botón superior de su camisa blanca suelta. Estaba de pie con las manos en las caderas frente a la ventana del piso al techo y miraba hacia afuera.

"Xiuqi", Su Yaya lo llamó. Cuando lo vio darse la vuelta, rápidamente dijo: "Es hora de almorzar".

Después de que Chen Xiuqi la vio, su expresión comenzó a disminuir un poco mientras caminaba hacia ella.

"¿Qué tipo de deliciosas comidas me hiciste hoy?" Chen Xiuqi se sentó en el sofá y la observó abrir la lonchera y colocar los platos sobre la mesa.

"Pollo asado con ñame, costillas de cerdo agridulces y sopa de tres manjares". Su Yaya arregló los platos para él y le pasó a Chen Xiuqi su cuenco y palillos.

"Se ve bien y huele muy bien también", la elogió Chen Xiuqi.

"Entonces deberías comer más". Su Yaya le sonrió y continuó: "Solo puedes trabajar duro cuando has comido hasta hartarte".

Cuando vio cuán dulcemente estaba sonriendo, se sintió encantado. No importa cuán mal estaba su estado de ánimo antes de esto, de repente se sintió mucho mejor. Ella realmente era su tesoro, Chen Xiuqi no pudo evitar pensar.

"Voy a S City para un viaje de negocios mañana. ¿Hay algo que quieras? Puedo traerlo de vuelta por ti."

Después de que terminaron de comer, Su Yaya empacó su tazón y palillos mientras Chen Xiuqi descansaba en el sofá. Eso fue lo que le preguntó en ese momento.

Sin embargo, a Su Yaya no le faltaba nada en este momento. Tenía todo lo que necesitaba y no había nada especial que quisiera, por lo que dijo: "Hm, cualquier cosa servirá. No tengo nada que quiera particularmente ".

Cuando escuchó esto, Chen Xiuqi se burló de ella, "Entonces no te compraré nada".

Su Yaya hizo una pausa por un momento. Después de mirarlo, ella sonrió. "Eso también está bien, ¡no es como si me faltara algo de todos modos!"

"¿Cuándo te volviste tan linda?" Chen Xiuqi extendió su mano para acercarla a él. Él bajó la mirada hacia sus hermosas y delgadas manos y apretó las suyas alrededor, sus dedos entrelazados.

"¡Siempre he sido lindo!" Su Yaya respondió con firmeza.

Chen Xiuqi se rió al escuchar esto. Luego, se acercó a ella para besarla.

No sabía por qué, pero aunque solo iba a picotearla, no podía soportar irse después de probarla un poco. Por lo tanto, Chen Xiuqi tomó la iniciativa de profundizar su beso, comenzó a chuparle los labios y la lengua. No podía tener suficiente de ella sin importar qué.

Cuando finalmente se separaron, Su Yaya estaba un poco sin aliento por su beso. También se podía ver un rojo tenue manchando sus mejillas como una capa de colorete.

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