° MOONCHILD °

N

“Ella ilumina y ayuda al que oscuridad tiene, pero... ¿Quién la ilumina a ella?. Ella también se siente sola”

Jimin veía su techo con un puchero en su boca, se sentía mal, muy mal. Una por no poder estar cerca de su amigo Seokjin, que en estos momentos debe estar sufriendo mucho por el rechazo del pelinegro y otra por que quizá Namjoon ya tenga alguien en su corazón. Le dolía pensar en Namjoon con alguien más.

No podía, realmente Jimin se sentía muy egoísta por no querer que nadie se acerque al pelinegro, pero el sabía que no podía evitarlo.

—¡AHH! — tomó su almohada y la tiro con todas sus fuerzas hacia la pared haciendo un sonido sordo, al final hizo un pequeño puchero.

— Park Jimin, ¿qué sucede allá arriba?

— Nada mamá, estoy bien — dio un pequeño suspiro y con su corazón un poco adolorido se durmió abrazando su otra almohada.

Por otra parte el pelinegro estaba muy feliz por que al fin pudo hablar con su luna, su gran inspiración. Sus padres al verlo tan contento y con una enorme sonrisa que casi no mostraba se atrevieron a preguntar.

— ¿Qué pasa hijo? ¿Alguien ya conquistó tu corazón? — Namjoon los observó y sólo sonrió asintiendo, no tenía una buena relación con ellos pero no quería ser grosero con aquellos que le dan un techo y comida. Mucho menos quería ser hipócrita y hablar con ellos como si nada pasara en su casa.
Sabía que ellos jamás lo aceptarían por ser homosexual por lo cual optó solo con asentir, no quería que insultaran a Jimin ya que sabía que lo culparian por su amor. Su pequeña y hermosa luna no merece que nadie le diga cosas feas.

Namjoon no sabía hasta que tan profundo llegaría su amor y admiración hacia él pequeño rubio. Y por un momento, sólo por un pequeño momento, se imagino tomando su mano, besándolo y diciéndole las cosas más hermosas a Jimin, pero sabía que el rubio no corresponde su amor de esa manera, apenas se conocen así que no creería posible aquello.

No sabía si Jimin podría amarlo tanto como el lo hace. Pero Namjoon está muy dispuesto a esperar por él, no importa, Kim ya sabe que el rubio es su pequeño gran amor.

En su mente llegó una gran frase:

“lo imposible es posible”

Entonces pensó que no debería rendirse tan fácil, al menos sin haber hecho algo.

— Jimin tiene que saberlo, sería muy egoísta si no se lo digo — Namjoon muerde su uña y corre a su habitación a la máxima velocidad que le permiten sus torpes pies.
Al llegar comienza a buscar su libreta.

— ¡Mamá! ¿Donde está mi mochila?!

— la dejaste acá abajo cariño — el pelinegro se golpea mentalmente y baja corriendo otra vez — eres tan despistado, pobre de la chica que sea tu novia.

Namjoon solo sonrió y siguió su camino otra vez, ya con su libreta únicamente para las letras de su luna comienza a terminarla, ya que eran pocas hojas las que quedaban en blanco. Estaba dispuesto a correr el riesgo de perder su preciada libreta y los hermosos momentos y poesías que escribió en nombre de Jimin, solo si este no correspondía.

— al fin de cuenta, esta libreta no me pertenece — sonríe mostrando sus hermosos hoyuelos, pensando una y otra vez en el rubio, sus pequeños ojos, su bella sonrisa, su tierna estatura.
Absolutamente todo de Park Jimin.

Es increíble que Jimin este soltero, pero a muchas personas Park les resultaba molesto, por su voz chillona, por su carácter tan dulce que parece actuado, por parecer inocente y simplemente por no tener el cuerpo ideal de un chico promedio; alto y delgado con facciones más marcadas. Park Jimin, era todo lo contrario, chiquito y con cachetitos, tan lindo que dejaba a las coreanas muy abajo de él.

O bueno, eso es lo que piensa Kim Namjoon, el chico que si es alto con buenas facciones y un buen cuerpo. Si los vez juntos parecen la combinación perfecta.

— ¿por qué me gusta tanto? ¡JIMIN ES HERMOSO!

— Namjoon, es muy noche para gritar

— lo siento.

El rubio estornudo, se despertó y observó que ya era muy noche, su mamá entró corriendo, al parecer muy preocupada. Comenzó a tomar su temperatura y al ver que todo estaba normal solo suspiro.

— mamá eres muy exagerada solo fue un estornudo, estoy bien. — la mamá del rubio sonrió.

— solo me preocupo Jimin, pero tienes razón estás bien, quizás solo alguien se acordó de ti — su mamá alzó sus cejas insinuando cosas y Jimin se sonrojo levemente. Ya no dijo nada y salió de la habitación del rubio.

Jimin observó por la ventana la luna llena, se quedó por un momento observándola y pensó en el pelinegro, recordando los alagos que este le dio cuando canto y lo tonto que se vio llorando, sonrió por el recuerdo, pero también recordó las palabras que el pelinegro le dijo a Seokjin. “Quizá Namjoon lo estará recordando igual”, rápidamente descarto su pensamiento.

— nadie se acordaría de mí, sólo soy...yo.

Se quedó ahí tan solo algunos minutos para después volver de nuevo a su cama. Mirando a la nada

Kim Namjoon también veía la luna, viendo en ella al pequeño rubio, a Jimin.
Agradeciendo una y otra vez haber nacido en la epoca del rubio. Estaba muy agradecido y feliz de encontrarlo.

Sabía que tenía que hacer algo pronto, las vacaciones se acercaban y eso sólo significaba no ver a Park Jimin durante tres feos meses, Namjoon sabía que debía hacer algo para no perder contacto con el. Al menos ya hablaron un poco y eso reducía el miedo en el pelinegro. No quería alejarse por tanto tiempo de su amor, eso lo pondría muy mal y su inspiración solo caería en lo más profundo, inclusive peor que cuando no conocía a Jimin.

El rubio también pensaba en las próximas vacaciones, y lo cual significa no ver a Namjoon estar escribiendo en los pasillos o en la cafetería. Aún que le dolía el hecho de que tenía a alguien más en su corazón, sabía que dejar de verlo sería aún peor para su estado de ánimo. El egoísmo de Park Jimin se elevó aún más, su pensamiento fue de llevarse a Kim Namjoon lejos o secuestrar lo, pero claro sólo eran pensamientos Jimin jamás se vería arrastrando a una enorme persona.
No quería quedarse tirado en su cama lanzando almohadas, lucharía por Namjoon aún si su ego y orgullo se ven afectados.

Por qué al final, si Namjoon no lucha por Jimin y Jimin no lucha por Namjoon alguien más lo hará. Y eso es algo que ambos comienzan a darse cuenta.

— no lo voy a permitir — dijo un Jimin egoista y un Namjoon pensativo.

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