Eran ya las 8pm y Horacio se encontraba echado en el sofá viendo al techo. Pensaba en el comisario, ¿qué hubiera pasado si no le hubiera dado su camisa? ¿Se hubiera quedado? Esas preguntas no dejaban su cabeza.
- ¿Debería llamarlo? - dijo para sí mismo mientras observaba su teléfono dudoso.
Se sentó en el sofá, tomó su teléfono y marcó un número. El teléfono sonó y sonó hasta que por fin, alguien contestó.
- ¿Hola? - se escuchó una voz adormilada al otro lado del teléfono.
- Hola, Gustabo - respondió el menor algo desanimado.
- ¡Hombre, Horacio! -dijo entusiasmado el mayor. - ¿Qué tal te fue con Volkov? - cuestionó interesado.
- Bien, creo - manifestó el de cresta con el mismo tono desanimado que había utilizado anteriormente.
- ¿Pero que ha pasado? - dijo preocupado el rubio.
- ¿Te pasas por mi piso? - preguntó el menor mientras miraba el suelo. - es mejor que te lo cuente en persona.
- Vale, mándame ubicación y voy - dijo finalmente el mayor para después, cortar la llamada.
Horacio entró a sus mensajes para mandarle la ubicación a Gustabo, sin embargo, también vió los mensajes de una persona inesperada.
Al otro lado de la calle, se encontraba el edificio de Volkov, el cual tampoco paraba de pensar en el contrario. ¿Qué coño hice? Debí haberme quedado. No, hice bien, no quiero crear una relación amistosa con nadie, eso me distraería. Pensó tratando de convencerse a sí mismo de que veía a Horacio solamente como un compañero de trabajo. Después de darle tantas vueltas al mismo tema, decidió prender el televisor para distraerse aunque sea por un momento. Pasada una media hora, su teléfono vibró indicando que le había llegado un nuevo mensaje.
~
Greco:
-Hombreeee
-¿¿¿Cómo te fue en tu cita???-¡Que no era una cita coño!
-Ya, ya, pero ¿cómo te fue?
-Bien, supongo
-Ya estoy llegando a tu piso,
llego y me cuentas todo-Vale
~
Volkov tiró su teléfono al otro extremo del sofá y se quedó mirando la mesa mientras recordaba su encuentro con Horacio.
Unos 5 minutos después, alguien tocó la puerta y el ruso se acercó a abrirla.- ¡Hola, Volkov! - lo saludó Greco entrando por la puerta.
- Hola - respondió seco el peli-grisáceo.
- Ahora que estoy aquí, cuéntame como te fue... - dijo Greco viéndolo fijamente.
- Vale. Ven, siéntate - habló el ruso dirigiéndose al sofá mientras el de barba lo seguía.
Volkov le contó todo a Greco mientras que él, tan sólo lo miraba sorprendido.
- Vale, ahora entiendo... - dijo el de barba mientras se peinaba esta misma. - ¿Por qué no lo invitas a salir y le dices que lo quieres y que disfrutas de su compañía? - preguntó.
Volkov lo pensó un rato, debatiendo consigo mismo. ¿Debería? Se preguntaba a sí mismo.
- No, no lo haré - finalmente soltó con un tono firme. - no debo perder el tiempo de esa manera. - terminó diciendo el peli-grisáceo mientras volteaba para mirar hacia otro lado.
ESTÁS LEYENDO
Even the coldest people cry ~ Volkacio
Roman d'amour¡Hola! Solamente me gustaría aclarar que la mayor parte de esta historia no sucede en el rol real y es completamente ficticia. Por favor, no molestemos a los streamers con los ships y reservémoslos para el fandom. Dicho esto, ¡disfruten! <3 - ¡Casi...