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Los sonidos amables y concurridos dentro de la habitación, sus pieles chocando entre sí. Las feromonas disparándose por todos los rincones asfixiando a cualquiera que pase por allí. Jungkook conocía perfectamente en qué estado se encontraba, su propio lobo aullando a la una invisible del lugar. Estaba en celo, un desgarrador celo. Taehyung por otro lado seguía enganchado con el aroma atrayente del alfa, demasiado sumiso para esos momentos, demasiado sonrojado en todo su cuerpo, derramando su lubricante natural por sus muslos suaves a las caricias. Se alejo repentinamente de su lado, observando la gran obra maestra a sus ojos. Tenía mordidas por toda su mandíbula, sus clavículas poseían las sombras de sus colmillos afilados, su pecho brillaba por el sudor de su temperatura corporal y su glándula aromática. Oh, su glándula aromática. Transmitía con fuerza las moras más dulces que conoció en su vida. Lo amaba, tanto que era capaz de dar su vida por él y satisfacer todo lo que el deseara.

Taehyung, aún inmerso en su propia satisfacción se sorprendió al verse siendo despojado de sus pantalones cremas. Algo extrañado espero a que el azabache siguiera besando su torso, lo vio observarlo por muchos segundos.

-¿Sucede algo? -las feromonas lo dejaban ansioso- Jungkookie...

Acaricio con cuidado el rosto contrario, alineando la mandíbula definida y peligrosa en esos momentos con muchos gruñidos dentro de ella. Taehyung siempre disfrutaba de los hermosos colmillos de su alfa en momentos como este no eran la excepción.

- Eres muy hermoso -se acercó.

-¿Por qué juegas tanto? -reclamó- Hazlo de una vez...

Se cortó al instante de sentirse invadido, los delgados labios contra los suyos meciendo y batallando en una guerra ganada. Se sintió florecer nuevamente al sentir como Jungkook tocaba su miembro, masajeando y llenándolo de más y más lubricante. No quería lucir como un estúpido adolescente hormonal que podía venirse al sentirse tocado, pero contrario a lo que pensaba el mayor le dedicó una sonrisa cariñosa volviendo a apoderarse de sus clavículas voluminosas con rojez debido a todas las magulladuras hechas por el mismo.

El corazón de Jungkook volvió a latir incontrolablemente al ver el tinte de las pupilas contrarias, el menor ahora poseía los zafiros más hermosos e iluminados que en su memoria recordaba todas esas noches aislado de todos. Naturalmente luego de separarse su celo lo pasaba sólo en su habitación, sus colegas se retiraban deseándole la máxima suerte porque en su mente sólo existía un par de ojos al que le dedicaba todos sus nudos enormes. Y ahora verlo allí, presenciando nuevamente le produjo gruñir haciendo que Taehyung solo lo acerque más a su glándula aromática exigiendo un reclamo de parte suya.

El menor gimió con delicadeza al percibir ambos colmillos en su mandíbula, Jungkook estaba tan inquieto demostrando una vez más el celo que se aproximaba. Lo vio volver en si mismo más de tres veces en un instante, excitado, preocupado, cariñoso pero lo último era lo que más le gustaba. Sobretodo la hermosa presencia de los roces continuos entre ambos cuerpos que conocían casi todo el uno del otro, Taehyung había disfrutado de tantos celos a su lado que podía hacer todo sin ver necesariamente. El azabache volvió a apoderarse de sus pezones apretando una, dos, tres veces hasta sentir el aroma del lubricante natural. Que sensible era en esa zona. Sin más preámbulo quitó la última prenda restante deslumbrándose por millonésima vez de la desnudez contraria, Taehyung al notar que sólo el estaba desnudo se irguió retirando rápidamente la camisa del mayor, su cabello interrumpía su vista por lo que fue un poco torpe en sus acciones apresuradas. Se suponía que no debía mostrarse tan ansioso.

-Esta bien, yo me encargo -murmuró el alfa riéndose un poco de ver al menor casi desesperado igual que él-. Eres precioso.

-Siempre dices eso -reclama sutilmente-, sólo disfrutemos ¿Sí?

No contesta porque se detiene a besarlo nuevamente, podían pasar siglos y más décadas pero su obsesión con sus labios nunca decaería. Taehyung también se muestra satisfecho al atraerlo hacia él sonriendo en el beso, naturalmente sus reacciones son conocidas pero es innegable que su propio lobo se sorprenda con los cambios en su compañero. Lo que le hace pensar.

Isn't it lovely, all alone? (KOOKV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora