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"Hermanos Sakamaki"

Erina observó la ciudad y cómo está poco a poco se alejaba hasta que la limosina en la que se aventuró en una hilera de puros árboles

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Erina observó la ciudad y cómo está poco a poco se alejaba hasta que la limosina en la que se aventuró en una hilera de puros árboles.

—Había olvidado mencionarlo. —Le dijo Tougo por la llamada de su teléfono. —Mis hijos son seis.

—¡¿Seis?! —Preguntó sorprendida. —¿Acaso no tenías televisión?

Del otro lado de la llamada se escuchó la melodiosa risa del hombre, nadie nunca se había atrevido a hacerle ese tipo de bromas.

Erina tenía varios días conviviendo con quien es ahora su padre adoptivo y ella no había podido evitar encontrar cada cosa para burlarse del vampiro milenario.

—Te llevarás bien con tus hermanos. —Dijo con tono burlón él. —También deberías intentar llamarme Oto-san.

—Ya quisieras. —Negó divertida.

—Ya verás que terminarás llamándome así. —Afirmó el vampiro. —Tus hermanos ya saben que no deben tocarte a menos que les des tu consentimiento.

—Bien bien. —Dijo Erina.—Me despido que ya estoy llegando.

La llamada se cortó y ella observó la gran mansión, es bastante elegante aunque tenía un aire algo lúgubre y melancólico.

Vaya Tougo, no tienes ni una pizca de humildad, pensó al ver la enorme mansión.

La limosina paró y el chofer le ayudó a bajar sus maletas.

El chofer de la limosina se fue una vez que sus dos maletas estaban en la puerta y ella solo suspiró sabiendo que su vida sería muy diferente.

Tocó la puerta principal, Erina pensó seriamente en mandarle un mensaje a Tougo y decirle que se actualizará urgentemente al no encontrar un timbre. La puerta se abrió con un sonido algo tétrico en su opinión y ella observó el interior de la mansión, al menos lo que podía verse desde el hueco de la puerta.

Parece que para ser vampiros tienen pésimos sentidos. —¿Hola? —Nada se escuchó y ella hizo una mueca.

—Voy a pasar por que no pienso esperar toda la noche afuera...—Eso lo dijo mas para sí misma que para quien fuese que estuviera dentro.

Observó su alrededor y frente a ella había una gran escalera que tenía una alfombra roja y de ella estaba bajando una chica rubia que al verla abrió los ojos y corrió apresurada hasta llegar con ella.

—Tienes que irte rápido, antes de que ellos se den cuenta. —Le dijo la rubia tomándola del brazo. —Huye rápido, tu todavía tienes oportunidad.

La chica le estaba empujando casi fuera de la mansión, pero su fuerza era casi nula comparada con la suya.

—Creo que te estás apresurando...—Intento decirle Erina a la chica que no conocía de nada, ¿cual es el nombre que había dicho Tougo a las chicas que iban a alimentar a sus hijos? Era algo con sacrificio.

Plastic love | D. L.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora