"CARIDAD"
—¿Así que Ayato ha sido el primero? —Preguntó Tougo.—Pensé que sería Kanato.—¿Qué puedo decir? Me dio un suministro para una semana. —Dijo con una sonrisa sentada en el balcón de su habitación.
Erina estaba disfrutando del viento en su rostro, y además del jugo para no desmallarse por la falta de sangre. Tougo le había llamado para saber cómo había sido su primera semana en la mansión con los chicos, terminando así la conversación en si es que ya había permitido que sus hermanos
—Aunque creo que se le ha subido a la cabeza. —Dijo pensativa. —¿Qué es lo que has hecho con el trabajo de mi madre?
—He hecho grandes avances, no hay nada de lo que debes de preocuparte Erina, sigue divirtiéndote con tus hermanos. —Aquello le hizo rodar los ojos.—Tal vez te termine gustando uno.
—Ajá. —Le dio la vuelta al tema.—Gustarme uno, si claro...
Erina cortó la llamada aun escuchando la risa de Karlheinz
🥀
—¡Tienen una piscina y ni siquiera estaba enterada! —Exclamó ofendida cuando en su rato libre empezó a pasearse por la mansión hasta llegar a dicho lugar.
Decidió qué tal vez más tarde podría venir a nadar. Estando en el hermoso jardín se paseo por los rosales, los hermanos siempre parecían estar en su mundo y nunca se reunían, casinparecian desconocidos.
No conocía que es lo que habían en su tiempo libre pero se sorprendió de encontrar a Subaru ahí afuera.
—¿Tu eres quien cuida las flores? ¡Es grandioso! —Exclamó bastante sorprendida ya que era el último hermano en el que pensaría para dicha tarea, aunque tal vez se debía que de todos los hermanos es con quien menos ha convivido.
El albino solo le dedico una mala mirada cuando la vio en el jardín.
—No deberías de estar paseandote por la mansión.
—¿Por qué no? Aquí vivo. —Dijo como si fuese lo más obvio.
—No me digas que no sabes quienes somos, quien es la persona que te adoptó.
Erina sonrió de oreja a oreja, ahora entendía a lo que se refería el menor de los Sakamakis, si se podría atrever a decirlo, él era quien más se preocupa por las dos humanas en esta casa.
—Por supuesto que lo se. —Erina sonrió acercandose al chico de su edad. —Se que he firmado un pacto con el diablo, pero eso no tiene porque hacer de mi vida miserable.
—¿Cómo puedes pensar eso...?
—Todo a su tiempo Subaru-kun. —Dijo simplemente regresando su camino a la mansión.
Ella tampoco conocía los planes de Karlheinz, decir que no tenia miedo era mentir, por supuesto que tenía miedo, pero cuando él vino a ella con esa propuesta sabia que muy en el fondo no era una propuesta a la que ella podía negarse.
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Plastic love | D. L.
FanfictionUna nueva chica llega a la mansión Sakamaki, pero no es cualquier novia de sacrificio, esta vez viene con nuevas reglas.