7

203 13 8
                                    

Bajo las escaleras, tengo que ver el contenido de las otras cajas, estoy mordiéndome el labio de nervios, un mal hábito simplemente. Davinia sigue dormida, se ve extrañamente pacífica cuando duerme, absolutamente diferente a cuando no lo esta. La caja esta en el suelo, supongo que la tiró cuando estaba dormida. Me acerco de puntillas tratando de ser imposiblemente silenciosa, porque quiero revisar la caja sola, sin Davinia sufriendo. Estoy tan cerca que tomo la caja estirando los brazos... casi... la tengo! Aprieto la caja contra mi pecho, como un gesto protector. Subo los escalones cuidadosamente y sigo el pasillo hasta mi habitación. Mi cama esta un poco desordenada, el edredón color morado arrugado después de haberme dormir allí, lo aliso antes de sentarme, soy una obsesiva con el orden, en mi habitación, al menos. Me siento y pongo la caja sobre mis piernas y me quedo mirando las pequeñas cajas. Tomo una al azar, cubriendo mis ojos incluso, es la caja rosa, exactamente igual a la anterior, lo único que difiere entre todas es el color. Tengo una mezcla de curiosidad y miedo ahora que siento que esto esta ligado a la muerte de Ella !Un momento! No se porque pensé eso, son la clase de cosas que suelen suceder en las malas películas de misterio, no en mi rutinaria vida real. Abro la caja, tiene otra nota doblada, la tomo, y puedo ver que debajo hay un brazalete, hago una mueca, es mayormente rosado, incómodo y pomposo para mi gusto. Abro la nota

Esclava de tu ego

Vil altanera

Encendiste el fuego

Acabó la espera

Vas a quemarte

Estoy asustada por la nota, casi tan asustada como si fuera real, pero... ¿Y que pasa si es real?

El teléfono suena en la planta de abajo y maldigo mentalmente, eso definitivamente despertará a Davinia así que bajo lo mas rápido que puedo, voy corriendo hasta el teléfono y alzo la bocina:

-Hola?-

-Emma King?- pregunta una voz desconocida

-S.. si, ella... ella habla- digo titubeante

-Llamamos para... esta sola en casa Emma?-

Yo no se que responder, así que pregunto:

-Quien es usted?

SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora