Prólogo

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He sido un chico raro toda mí vida, mi mamá decía que era tranquilo, que no causaba problemas y que era de lo más feliz, pero ese no era yo.

Leonardo es un chico alegre, un chico maduro e inmaduro a la vez, un tonto que comete muchos errores, alguien que pensaba ser fuerte pero era muy debil. Leonardo es humano como todos nosotros, Leonardo quiere ser feliz.

Cuando tenía 5 años estaba pasando por un montón de emociones, era un niño que imaginaba y pensaba cosas de las más raras. Recuerdo que pensaba que mi papá y mi hermano eran demonios disfrazados, ya que para mi en ese entonces eran lo malo de mi vida.

Nunca me puse a pensar que de raro hay en eso, si de verdad estaba mal desde pequeño o si era algo común, al tener solo una vida y un niño guardando secretos. Era casi imposible saber si era algo común o inusual.

A la corta edad de 5 años llegue a gustar de una chica, Joselin, la verdad no recuerdo como se escribia su nombre, solo recuerdo como se pronunciaba, era un niño al final, apenas sabía leer y escribir.

Los 5 años fueron una etapa rara de mi vida, nunca antes me había gustado alguien. Me acuerdo que intentaba darle obsequios cada que la veia, que quería pasar tiempo con ella y me imaginaba en el simple hecho de que ella gustará de mi.

Luego me fui de aquel lugar y quedo como ese amor que nunca volverás a ver y que nunca paso.

Los 9 años fue otra época rara, después de tantas cosas que pasaron en mi vida me sentía muy deprimido. Y hasta el día de hoy no se si tuve depresión a tan corta edad, o si solo fue una tonta idea.

A los 9 años mi familia era un asco, no soportaba estar en mi casa, apenas soportaba estar en el colegio y cuando saliamos era todo una maldita maldición. Mi perrita había tenido cachorros, 5 en total, me acuerdo que al dueño del padre le dimos 1, entonces nos quedamos con 4. Recuerdo las ansias se escapar de ahí, me lo repetía varias veces antes de dormir, "cuando tenga sus correas me escapare, y me los llevaré conmigo". En ese momento mis perros eran lo mejor de mi vida, un día me dio ganas de morir protegiendolos, pero era demasiado niño para pensar en eso, quizás estaba roto, quizás no, pero se que en ese momento no pense en morir.

A los 10 años tuve mi amor de mariposa, así me gusta llamar a aquella apreciación que tenía por la niña de nombre familiar, y lo se, no era amor, pero me gusta darle ese nombre, me hace sentir un tanto poético.

Gabriela, o mejor dicho, Paula Gabriela. Esa niña puso mi mundo de cabeza con su belleza, la miraba y me sentía nervioso. Imaginense a un niño timido, con problemas de autoestima, muy nervioso, sin amigos cerca y sobretodo dañado, esi claramente era muy lamentable, recordando sobretodo que ella ni me hablaba, por eso amor de mariposa, a distancia, porqué al acercarte la mariposa se va, y solo si eres lo suficiente habilidoso ella se queda contigo.

A la par de ese romance tuve mis primeras dudas sobre mi sexualidad, y ahí estaba Gabriel, no sabía si Paula Gabriela me gustaba porqué tenía casi el mismo nombre, pero se que mo que sentía por Gabriel era algo fuerte, peor al día de hoy, se que no fue tanto amor.

Gabriel era mi mejor amigo, el chico que cuando me sentía mal estaba ahí, el chico que me hacía reír y me trato como su mejor amigo. Y entonces, preguntense, qué pasa cuándo alguien adula a un chico sin autoestima, exacto, ese chico se enamora.

Me enamoré de él y creí que lo hice intensamente, lo veía siempre, lo buscaba siempre, y aunque el a veces me ignoraba o me hiciera daño, yo seguía ahí.

Fue un amor tóxico y no tan bueno como creí, era un niño y pensaba que él era todo, pensaba que lo amaba demasiado, pero el amor que sentía por él era minúsculo, pero lo amaba más a él que a mi mismo.

A los 14 años llegue a superarlo algo, ya no le hablaba, ya no conversabamos, no eramos amigos, y eso no me importaba mucho.

Un 23 de septiembre conocí a mi primera y de momento única amiga que tuve en mi vida, y la verdad fue un rayo de luz entre mi vida, conocía a alguien fuera de lo normal, no estaba todo el rato ahí, solo conversabamos por WhatsApp, pero al conocernos nos hicimos buenos amigos.

A los 14 años me gusto un chico que conoci por una página de secretos, él era de Argentina, vivía a unos paises lejos del mío y yo, solo esperaba que en unos años nos encontremos.

Aaron me trato muy bien, jugabamos a ser novios y yo por un momento me lo creí, luego me senti un tonto cuándo el no me hablaba, pero luego de llantos y un par de bofetadas, lo supere.

Me acuerdo que mande a Aaron a que moleste a Grace y a Gabriel, solo les pase su número y el hizo unas bromas.

Al final solo me quede con Grace, la primera y unica amiga de verdad, descubrí que ella era parecida a mi, ella y yo eramos muy iguales, y hablábamos y pareciamos filosofos mientras estabamos en un banco en el parque, sinceramente esos momentos son de los más pacíficos de mi vida, me sentí alguien por primera vez y eso fue muy satisfactorio.

Llego agosto, un agosto raro, habían vacaciones por 2 semanas, yo quería salir con Grace, pero ella prefirió que no. Y le agradezco por ello, porqué gracias a mi dependencia emocional y abandono de ella, busque a alguien más y así fue como llegue a aquella aplicación.

Conoci varias personas, solo salí con 2, las 2 personas parecían interesarse, yo solo intente ser amable y dar lo mejor de mi, pero yo seguía siendo una persona tímida y creo que eso ayudo a que llegará la persona especial.

Omar, pense que sería un gran amigo, pero creo que huyó al conocerme de verdad, solo era un niño timido, y quizás el no quería un amigo así.

Marcelo, el me dijo que le gustaba, accedí a salir con él al salir del colegio, pasamos un rato juntos, fue algo como una cita, pero luego de eso me abandono, y se excusó con que él era demasiado tóxico.

Y después de 15 años de mi vida lo conocí, yo ya estaba decidido a no ilusionarme y pensé que podría tener un mejor amigo con él, pero él fue mucho mejor de lo que pensé, el se convirtió en el amor de mi vida.

El principe y el solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora